viernes, 2 de julio de 2010

APUNTES: LET'S TWIST AGAIN

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Este miércoles, la Suprema Corte de la Nación ordenó liberar a los 12 detenidos de San Salvador Atenco por considerar que sus juicios estuvieron plagados de irregularidades, tal y como se informó desde el principio de las detenciones, pero los reporteros y los editorialistas estaban locos.

Los ministros, aunque pretenden manejar la prioridad de las personas frente al abuso del poder, no se atreven, a pesar de contar con nombres, apellidos y cargos, a señalar y castigar a los responsables de las arbitrariedades que resuelven. Aceptan el exceso, pero no remedian el origen. De esta manera, la impunidad campea libremente en las horas oscuras del país.

Cosa de cuatro años, los procesados retuvieron a varios funcionarios del Estado de México, exigiendo la liberación de compañeros presos y la reanudación de una mesa de diálogo para resolver la dificultad.

La Procuraduría Mexiquense los acuso de secuestro y en una santiamén metió a la cárcel a quien tuvieron a la mano, llegando a condenar hasta con 112 años de cárcel a los “rijosos”.

Por esas extrañas razones (que huelen a calentamiento electoral) la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que el proceso estuvo lleno de anomalías, como la presentación de pruebas ilegales o insuficientes, y que las sentencias fueron “una forma maquilladamente institucional de criminalizar la protesta social, como una forma de castigar el ser oposición”.

O sea que el golpe bajo lo resentirá curiosamente el Estado de México con el gobernador, que se proclama suspirante definitivo para la ocupar la Presidencia de la República en 2012.

No obstante los juramentos con dedos cruzados de la defensa de la democracia, Felipe Calderón en la desesperada aceptó la renuncia de Arely Gómez González, extitular de Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, ya que la funcionaria estuvo presionada por el gobierno federal para que los resultados de las elecciones fueran convenientes para esta administración, al punto que en la carta de renuncia recomienda dejar el lugar a alguien que “responda a parámetros que desea el gobierno”. En síntesis, se va para no quedar mal con nadie y subraya que el Ejecutivo está metido hasta los hombros en las porquerías habituales en la dedocracia mexicana.

Quien agarró hueso ex profeso fue Mony de Swaan Adatti, ahora jefazo de la COFETEL, quien es incondicional de esa finísima persona llamada Juan Molinar Horcasitas, protegido de Calderón, el mismo que aún no responde de la tragedia de la guardería ABC, pero que recomienda a De Swaan, un desconocido en el sector, que fuera director regional en Pfizer México y Centroamérica, donde estuvo Molinar, para que luego ese mismo sujeto lo integrara a la nómina federal como asesor y titular de sus áreas: el Seguro Social y la SCT, y que está obligado a responderle a su “mentor” como lo marque el señor presidente.

El único ganador mexicano de Sudáfrica 2010 fue Javier Aguirre, Director Técnico de la fallida Selección Nacional de Fútbol, eliminada en el cuarto partido, que durante trece meses ganó 24.49 millones de pesos. Ganó más que Diego Armando Maradona y una larga fila de entrenadores con mejores resultados. Por qué se le aguantó tanta ineptitud, la respuesta la tiene Felipe Calderón que como contratista le entra a todo, y pidió el ¿favor? a su amigo. Con el clásico tú ponle precio y yo pago, Aguirre se transformó en un intocable y en el artífice de otro engaño, ideado en el corazón de Calderolandia, reino en que el único mérito rentable es ser bien amado del preciso.

No hay comentarios: