POR.- LA REDACCIÓN
Ayer murió en su casa de Lanzarote, Islas Canarias, el escritor portugués y Premio Nobel de Literatura, José Saramago, de 87 años de edad.
Nacido el 16 de noviembre de 1922, en Azinhaga, Portugal, Saramago construyó una bibliografía reverenciada por el mundo entero.
“Tierra de pecado”, fue su primera novela publicada en 1947. Como muchos otros escritores de Iberoamérica, José Saramago mantuvo una conciencia política que, en 1969, lo llevaría a afiliarse en el Partido Comunista Portugués.
En 1974 participó en la “Revolución de los Claveles”, que llevó la democracia a Portugal.
Es evidente que Saramago escribió el grueso de su obra literaria por y para Portugal, de esta forma, la Historia del país es también la de sus lanzamientos y aventuras con las letras.
Leído y puesto de moda en México, aún no nos hemos permitido, bluf aparte, desentrañar el metamensaje de cada uno de los libros de Saramago, pero no es imposible que en una tertulia de “altos vuelos” no salgan los “poses” con una sarta de comentarios comprometidos con el creador de “El ensayo sobre la ceguera”, un must en la mentalidad de coyoacanense-condechi.
Cumpliendo el ciclo de la vida, el deceso de José Saramago moverá a repensar en las ideas y los personajes de una pluma contradictoria, en especial en su relación con el poder, que supo plasmar en prosa, ese tiempo que, ojalá, no habrá de volver.
1 comentario:
Y ahora pues Carlos Monsivais decidió que el mundo no era un lugar habitable sin J. Saramago. Luto Literario. Buen viaje a Carlos M.
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