domingo, 24 de abril de 2011

APUNTES: EMOTIVISMO A LA MEXICANA

Sólo aquí ocurren estas anomalías. Como esperpento ideado por las funestas plumas emotivas y mercenarias acostumbradas, el ejemplo deplorable siempre tiene compensación. La lástima no falla en México.

Aquí la historia:


Algunos la apodaron "la loca de la embajada", pero después de pasar hambre frente a la sede diplomática británica, soportar burlas y ofensas, buscando ser invitada a la boda real, la joven de 19 años sonríe de nuevo: consiguió viajar a Londres donde se casarán el príncipe Guillermo y Kate Middleton.

"¿Cómo fui a hacer todas esas cosas para ir?", reflexionó Estibalis Georgina Chávez antes de emprender su periplo, programado para el jueves.

Proveniente de una zona popular en las afueras de Ciudad de México, al norte de la capital, Chávez se declaró en huelga de hambre por 16 días en febrero.

Después de que su solicitud fuese rechazada por un representante del príncipe Guillermo, pensó que sería imposible ir a Londres.

Pero su suerte cambió. El fanatismo e insistencia de Chávez le tocó el corazón al integrante de un grupo de presión que decidió prestarle dinero para costear su viaje a Londres.

"Me conmovió ver que no la comprendían mucho y que yo creo que tiene razón en pelear por lo que quiere", dijo a la Associated Press Octavio Fitch Lazo, secretario de la Asociación Cívica Mexicana Pro Plata.

El grupo cabildea para convencer al Congreso de que apruebe el uso de la onza de plata como dinero.

Detrás de la insistencia de Chávez para asistir a una boda real se esconde una tierna historia.

La madre de la joven, quien murió al darle a luz, adoraba a Lady Diana, princesa de Gales.

"A ella le hubiera gustado ir (a la boda de Diana)", dijo Chávez a la AP.

Desde sus 4 años, Chávez creció viendo fotos, dibujando y leyendo acerca de príncipes y princesas — un mundo casi opuesto a la zona marginada donde ella vive en una casita de techo de aluminio, en la que pululan moscas alrededor de la ropa sucia amontonada en esquinas.

Chávez perdió la cuenta de cuantos libros de Lady Diana y la familia real ha leído. También es fanática de Grace Kelly, quien fue actriz y Princesa de Mónaco, y de Carlota Casiraghi, nieta de Grace Kelly e hija de la Princesa Carolina de Mónaco.
A personajes reales los dibujaba con lápiz y colores pastel casi como calcados de fotografías. También pintaba con óleo cuando no estaba estudiando su preparatoria abierta o trabajando en una papelería.

Al anunciar el compromiso del príncipe Guillermo, Chávez empezó a planear cómo podría asistir a la boda. Había oído de huelgas de hambre como un método que algunos activistas usan para obtener lo que quieren y decidió obtener permisos para manifestarse, señaló Chávez.

A principios de febrero, salió a escondidas de la casa de su tía, quien la crió desde la muerte de su madre. Tomó entonces un camión determinada a armar una tienda de campaña afuera de la embajada británica en la capital y permanecer allí hasta obtener una invitación a la boda.

"Los tres primeros días fueron horribles", dijo Chávez. "La gente decía que no iba a lograr nada. Se reían de mí".

Tuvo frío, pero sobre todo, sufrió hambre.

"Solamente bebía agua", recordó Chávez. "Enflaqué ocho kilos y medio".

La joven pasó 16 días acampando, mientras pintaba un retrato de la foto del compromiso de Guillermo y Kate.

El último día, un miembro de la embajada le entregó a Chávez una carta escrita por Chris Kealey, asistente del secretario de los príncipes Guillermo y Enrique, en el que le comunicaba que se habían ya entregado invitaciones y que no había forma de que fuera invitada a la Abadía de Westminster.

También le informaron que no era posible la entrega de un retrato que ella quería obsequiar a la pareja.

"Más que por no haber comido, me sentía aplastada moralmente porque no había logrado nada", dijo Chávez. "Yo lo veía como cumplirle el sueño realidad a alguien. No lo veía tan imposible".

Débil y con hambre, la embajada le ofreció un taxi de regreso a casa.

Ya en casa, se encontró con que su tía había quemado todas las revistas había coleccionado de la boda real.

"Me dijo que por culpa de eso yo me había vuelto loca", señaló Chávez.

Agregó que se enfermó y vomitó por toda una semana después de la huelga.

El padre de la joven, Pedro Chávez, respaldó sin embargo la misión de su hija.
"Tenía que apoyarla. Teníamos fe de que obtuviera la invitación", explicó, al tiempo que confirmó que su hermana Socorro Chávez quemó las publicaciones. "No se me hace frívolo, después de todo es un sueño".

Fitch, quien había conocido a Chávez afuera de la embajada, se comunicó con ella después del rechazo y le ofreció ayuda para vender sus cuadros y así juntar dinero para su viaje.

Hace una semana, Fitch le prestó 15.000 pesos para los pasajes a Londres. Chávez sólo empacó una bolsa de mano. La joven señaló que una mujer que conoció por Facebook, quien también es fanática de la realeza, le ofreció su hogar para hospedarse. Planea visitar sitios turísticos en Londres y ver la boda desde la Abadía de Westminster.

A pesar del rechazo en la embajada, Chávez espera conseguir una invitación ya en Londres. Se va con días de anticipación porque quiere unirse a paparazzi en búsqueda de Guillermo y Kate para poder entregarles el retrato que les pintó.

"Me siento nerviosa", dijo Chávez. "Espero me dejen entrar a Inglaterra porque también había posibilidades de que no me dejaran entrar por hacer algo así, por considerarme peligrosa para la realeza".

Chávez planea pagarle a Fitch el dinero que le prestó y regresar a México después de la boda de vuelta a su vida normal.

"Nunca había hecho algo así", dijo Chávez. "Yo lo hice como un impulso...fue la única manera en que pude conseguir viajar hasta Inglaterra".


Colorín, colorado, habiendo tantas causas positivas que necesitan apoyo, basta con hacerle al payaso, moquear y ¡zaz! el mago de los sueños te ilumina.

En serio, no es culpa del indio, sino de los compadres, que a falta de visión, le compran sus idioteces.

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