Alberto Bazbaz Sacal renunció, ayer martes, a su cargo como titular de la Procuraduría General de Justicia en el Estado de México, entre cuestionamientos por su actuación en la investigación de la muerte de la niña Paulette Gebara Farah. Terco como mula insistió en la validez de las conclusiones arrojadas por la seudo investigación del caso, demostrando que la ineptitud es una cualidad que distingue. Aunque Enrique Peña Nieto, el gober hermoso, puso el chivo expiatorio, el espantoso error cometido por sus asesores en imagen y relaciones públicas va a crecer en el instante que cante su candidatura por la Presidencia de México, no obstante, se lo tiene más que merecido por abrir la bocota y prometer resultados que ofenden la inteligencia promedio.
Ninguna renuncia de altísimo nivel compensará jamás el favoritismo de la justicia mexicana en cualquier nivel. No se trata de un término, sino de una forma de vivir.
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