sábado, 5 de diciembre de 2009

EDITORIAL: TELETÓN Y ESCLAVOS

Por.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

El “Instituto de Rehabilitación de Alcoholismo y Drogadicción Hospital Santo Tomás, Los elegidos de Dios”, en la colonia Lomas de San Lorenzo, en la Delegación Iztapalapa, desde hace ocho años, se convirtió en un falso centro de rehabilitación para adictos, donde la Procuraduría del Distrito Federal capturó a 23 individuos que sometían a 107 personas como esclavos. Sí, literalmente, como esclavos, trabajando jornadas ilimitadas, prisioneros y sin retribución distinta al maltrato y la humillación.

El “Instituto” es una muestra de una actividad delictiva de la poco se habla y de la que menos se combate. Convertida en una cárcel, ese espacio de oprobio recibía a hombres y mujeres, mayormente, indígenas de los estados de Veracruz, México, Oaxaca, Puebla, Michoacán y Chiapas, de la Capital, que no hablaban español.

La forma de operar de estos jijos de la mala entraña consistía en el secuestro en la vía pública, el traslado inmediato a la fortaleza y la violencia física y emocional.

No se duda de la participación de policías en el negocio y tampoco que haya otras instalaciones semejantes en diversos puntos del país, demostrando el nivel de degradación al que hemos llegado como sociedad.

Sin ir muy lejos, el mentado centro de esclavitud tiene una “sucursal” similar en el Estado de México, donde, a calculo, habrá unas doscientas personas cautivas.

La autoridad arraigo a los detenidos y, he aquí la sonrisa socarrona, se esperan condenas de 10 y quince años de cárcel, que se duplicarán en casos de menores de edad, que son a todas luces insuficientes para la mentalidad y la obra destructiva de estas bestias contra seres humanos, en teoría mexicanos y protegidos por las garantías individuales de nuestra Constitución Política.

Como es usual, los procesados, si le interesa a los cerebros criminales detrás del “negocio”, la irán librando o se contrataran a otros para continuar las cadenas de esclavitud porque descubierta la mina, no se abandona.

Que la policía no estuviera enterada, lo dudamos. Que la aprehensión no tenga fines políticos, también. Iztapalapa, el lío del delegado y los choques de las tribus del Partido de la Revolución Democrática no son incidentes aislados.

Pero estos horrores no manchan la celebración mediática del TELETÓN y la comercialización de la desgracia ajena que ahora va contra los niños con cáncer y de ahí a cualquier grupo vulnerable, capaz de sustentar la marca y la utilidad del altruismo, a costa de las clases populares engañadas con la piedad patrocinada de la emisión.

¿Quién va a ser la colecta para que estos esclavos liberados recuperen la dignidad y se le compense el terror sufrido?

¿Dónde está el montaje de la hueva solidaridad empresarial?

¿A qué hora bailamos y depositamos los centavos de nuestra pobreza para ayudar a los necesitados?

¿No va a haber lágrimas por estos desgraciados?

Este es un botón de muestra fresco del porqué mi contribución al TELETÓN es mandarlo a la fregada.

La infamia no se tiene que solapar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

CARAJO RAUL NO ME CANSARE DE DECIR Q ES UN PLACER LEERTE...ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON LO DEL TELETON Y DEMAS "GRUPITOS CARITATIVOS""""ATTE.MORT