jueves, 23 de diciembre de 2010

MALA LECHE: PARA ÁFRICA

POR.- EL DODO DE LA MALA LECHE Y EL DODO DE HUMOR NEGRO

Los Dodos hemos convenido preservar la memoria de Africa, la perrita guardiana de la Redacción, haciendo lo que creemos realizamos decentemente: informar y comentar. Dónde esté el alma de nuestra compañera colmilluda, seguirá velando por esta panda de seres emplumados, enloquecidos y adictos a la esperanza. Para, la “Chona”, como la conocía la banda, van estas líneas.

Mire, mire. Resulta que el Santa Claus trácala, o sea el “Jefe” Diego, descartó postularse para la presidencia de lo que sea, a menos, claro esta suponemos, sea llamado por la gente a la que obviamente no le puede fallar. Recuerde que ahora el émulo de Maximiliano es un mexicano más: maltratado, humillado, vilipendiado y víctima del crimen organizado. Con sólo describir la situación, los cocodrilos lloran y las plañideras se rasgan la ropa. ¿Qué hicimos mal? ¿qué pecado nefando estamos pagando?¿cómo adversarios desgraciados atentaron contra la lindísima persona del panista? Por eso, no le extrañe que no falte una agrupación de lambiscones dispuestos a llevarlo como patrono de las causas conservadores a falta de candidatos serios (y no amigos del presidente, su señora, su hermana o whatever ) al núcleo del poder, que creemos nunca ha abandonado.

Creyendo que con dinero a nadie le hacen el fuchi, la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos determinó soltar una feria para las víctimas de la explosión de un ducto “ordeñado” en la población de San Martín Texmelucan, Puebla, y en los oscurito arreglar las perdidas humanas y materiales comprometedoras. La burocracia cree que la vida es una mercancía más y, por ende, se comporta como si hiciera un engorroso trámite de “atención al cliente” o de “devolución obligada”, y eso que es “patrimonio de los mexicanos”, y esa madre que murió con su bebé en brazos, nada más porque a pesar de las denuncias, los responsables están chaqueteando otras cosas.

Las fiestas de fin de año muestran algunos contrastes, ya planteados por los colegas de By the Riverside, principalmente en el flujo de recursos. Hay un caso en Quintana Roo: unas cuatro mil familias de los municipios de Othón P. Blanco, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Lázaro Cárdenas y Benito Juárez se quedaron sin recibir el dinero del programa Oportunidades, porque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no hizo el depósito de diciembre. Gerardo Martínez García, coordinador del programa Oportunidades en el estado, dijo que por el momento no hay recursos para pagar a estas familias de la zona maya el bimestre de julio y agosto, para alimentación y apoyo energético. Tendrán que aguantar hasta enero de 2011. En puro mexicano: ya se chingaron y si les gusta, aunque Calderón y Peña Nieto anden ofreciendo parabienes a los ciudadanos, los que menos tienen, tendrán menos. Eso es un lindo regalo de Navidad.

Durante la comida de fin de año, realizada en Los Pinos, algunos funcionarios de altísimo nivel, hablaron de la necesidad de fortalecer la imagen de los secretarios de Hacienda, Ernesto Cordero, y de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra. Hubo también alusiones al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, e incluso a la tozudez del senador Santiago Creel, que desde hace meses viene haciendo trabajo político al interior del panismo con la idea de trazar una ruta hacia los comicios presidenciales. A ese nivel repercutió el reingreso del “boss” Diego a la cosa pública. En definitiva, Santa Claus no cabe en todas las chimeneas.

Los antros de la ciudad de México podrán cerrar sus puertas a las cinco de la mañana, pero para ello deberán incrementar sus medidas de seguridad y de combate al alcoholismo, de acuerdo con el dictamen de Ley de Establecimientos Mercantiles que aprobó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ajustada a una enorme carta al “barbas” rojo que compromete a los dueños de la “vida loca” fortalecer medidas de seguridad y contra el alcoholismo en beneficio de los clientes. Así que por esto y por aquello, a beber por la comprensión de la autoridad.

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