jueves, 2 de diciembre de 2010

EDITORIAL: UNA MUJER CON MÁS TAMAÑOS QUE CALDERÓN

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Era una mujer que tuvo más tamaños que el Presidente.

Era una mujer que eligió ponerse al frente de la Dirección de Seguridad Pública del Municipio de Meoqui, Chihuahua; un cargo que los hombres declinaban por el altísimo riesgo que implicaba.

Hermila García Quiñónez no portaba armas ni escolta. Hacía su trabajo, tratando de poner el ejemplo que la ley es algo más que charolas y plomazos.

El lunes pasado, como es usual en este matadero inventado por Felipe Calderón, un comando armado privó de la vida a La Jefa, como la llamaban sus subalternos.

Los pistoleros la interceptaron en el poblado de Los García, situado a 10 kilómetros de la cabecera municipal y donde tenía su residencia, alrededor de las 7:20 horas.

Hermila había tomado el cargo apenas el pasado 9 de octubre y tenía bajo su mando a 90 policías, quienes eran encargados de la seguridad de la comunidad agrícola ubicada a 70 kilómetros al sur de la capital.

Según el alcalde Jesús Salvador García, Hermila García no había recibido amenazas de muerte ni se tenían reportes de que se hubiera confrontado con integrantes de bandas del crimen organizado que operan en la región. Como si fuera un secreto, que los cobardes se la tenían jurada.

Hermila García Quiñones era una de las dos mujeres que ocupaban el más alto rango en las corporaciones locales de seguridad en el estado.

El pasado 19 de octubre, Marisol Valles García, de 20 años y estudiante de criminología, fue otra mujer que asumió la titularidad de Seguridad Pública Municipal en Guadalupe Distrito Bravos, en el Valle de Juárez, una zona altamente azotada por la violencia por parte de las bandas del crimen organizado.

Además de estas dos mujeres, el 8 de noviembre Verónica Ríos Ontiveros y Olga Herrera Castillo, amas de casa, se convirtieron en las titulares de las comisarías ejidales de El Vergel y Villa de Luz de Ciudad Juárez, ante la negativa de los varones de ocupar dichas responsabilidades por el clima de violencia.

A diferencia de la joven Marisol Valles, quien fue asignada al puesto luego de que ningún varón quiso aceptar el cargo por temor, La Jefa fue la primera opción del alcalde de Meoqui.

A sus 38 años de edad, Hermila García Quiñones tenía dos títulos profesionales: uno como licenciada en Informática y el segundo en Derecho Penal. Su carrera en los años recientes se desarrolló en órganos de Seguridad del Gobierno Federal y su último puesto fue como agente del Ministerio Público en Ciudad Delicias.

Era soltera, sin hijos, la menor de su familia y vivía con sus padres, a quienes apoyaba económicamente.

Desde mediados de 2009 a la fecha, Meoqui se convirtió en una zona con importante presencia de grupos armados. En lo que va de 2010 se han registrado al menos 40 ejecuciones, cifra que en otro tiempo equivaldría al total de homicidios dolosos en unos siete años.

El alcalde Jesús Salvador Esquivel informó que el atentado de la funcionaria fue turnado a la Fiscalía General de Chihuahua para que se haga cargo de las indagatorias correspondientes.

Mencionó que el subcomandante Vicente Serrano tomará el cargo como director interino de la corporación.

El gobierno de Chihuahua reforzó la seguridad del presidente municipal de Meoqui, dijo la secretaria general de Gobierno, Graciela Ortiz.

Sin apologías ni condenas, una mujer fue asesinada en un contexto que nunca debió de ser, en un enfrentamiento enloquecido que no tiene para cuando terminar mientras el responsable de esta guerra interna, promueve cumbres internacionales condenadas al fracaso.

¡Carajo! Era una mujer y como cientos de sus cóngeneres, no merecía ese fin.

El periodismo, así, es amargo.

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