POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
El periódico sensacionalista mexicano LA PRENSA publicó, el 24 de diciembre de 2011, la siguiente nota que merece una serie de comentarios críticos.
CHIMALHUACAN, Méx., 23 de diciembre.- Con fuertes golpes en varias partes de su cuerpo y abandonado en el piso de los asientos traseros de un automóvil, fue encontrado el cadáver de un joven, al parecer homosexual.
Autoridades policíacas informaron que aunque hasta el momento se desconoce el móvil de este crimen, no descartaron que por lo que se encontró en la escena del crimen, este individuo haya sido asesinado por algún o algunos sujetos que pensando que se trataba de una mujer se lo llevaron para "pasar una noche de placer" y al descubrir que en realidad era hombre, enfurecidos e indignados le propinaron tremenda paliza "por pasado de listo".
(En el machismo galopante de nuestro país cualquier crimen que tenga ingredientes de tendencias sexuales diferentes automáticamente se reduce al esquema clásico de la venganza entre “normales” y el resto).
El cadáver del supuesto homosexual fue encontrado la mañana de hoy, tirado en el piso de los asientos traseros de un automóvil Volkswagen, tipo Lupo blanco, placas de circulación LZR-27-69, que estaba abandonado frente a la manzana 15, lote 2 de la calle Ignacio Manuel Altamirano, en el Barrio de Cesteros, en este municipio.
(¿Supuesto, después de haber soltado la hipótesis de un asesinato por odio?).
Debido a que el ahora occiso vestía unos mallones de color negro con flores amarrillas, trusa rosa y llevaba un top blanco bajado a la altura del estómago, además de que estaba empinado con los glúteos levantados, vecinos del lugar en un primer momento pensaron que se trataba de una mujer que había sido víctima de un ataque sexual, por lo que de inmediato dieron parte a la policía.
(El ¿humor involuntario? Es elocuente. Los vecinos se confunden y llaman a la policía creyendo que una mujer había sido atacada. Acaso ¿si hubieran sabido que era “un supuesto homosexual, no habrían llamado a los uniformados).
Más tarde, cuando elementos de la Policía Municipal y de la SSC se presentaron en el lugar y tras de que realizaron una revisión al vehículo, también se confundieron y pensaron que se trataba de una mujer que al parecer ya estaba muerta, pues no se movía, por lo que pidieron la intervención del agente del ministerio público para que diera fe de los hechos.
(Las técnicas de investigación policíaca son de aplaudirse. Como “no se movía” y como la observaron desde el exterior del auto concluyeron que “se trataba de una mujer que al parecer ya estaba muerta”. Otra vez, la repetición de la confusión de la víctima; otra vez a cubrir las apariencias de que los vecinos y los uniformados estaban auxiliando a una dama, no al supuesto homosexual).
Posteriormente, cuando el MP practicó las primeras inspecciones oculares confirmó que efectivamente dicha persona ya estaba muerta, aunque en ese momento descubrió que no se trataba de una mujer sino que era un hombre que estaba vestido de travestí.
(¿Vestido de travestí? El conocimiento en la materia de diversidad sexual es abrumadora).
El MP informó que el ahora occiso, hasta el momento desconocido, no presentaba a simple vista lesiones por armas de fuego o punzocortantes, únicamente severos golpes en el cuerpo, principalmente en la cabeza y en el rostro.
(Que estuviera muerto, según la jerarquía informativa, no era relevante).
Por su parte, policías ministeriales que reiteraron su presunción de que el supuesto homosexual fue asesinado "por tratar de engañar a algún despistado", informaron que sólo esperan a que éste sea identificado y sepan quién es el propietario del automóvil donde fue encontrado el cuerpo, para iniciar de lleno con las investigaciones correspondientes, aclarar los hechos y lograr la identificación y captura de los presuntos homicidas.
(¿Cuál es la prisa? Las autoridades saben el móvil y lo único que necesitan son datos de identidad y el caso está resuelto. Por supuesto, como en muchas situaciones similares en México, el asesinato de homosexuales es tomado a la ligera, a la chunga y, precisamente por coberturas reporteriles como la descrita, justificado en el habitual “se lo buscó”).
Nada mal para confrontar los mensajes institucionales de la época en que se promueve la paz y la concordia.
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