POR.- EL OGRO
Es de sobra sabido por el pueblo de México que una cosa es la “grilla” y otra radicalmente distinta es “legislar”; que los grillos sólo están para no bajarse del poder y el presupuesto, y que sus decisiones obedecen a sus intereses y muy poco al interés general, es decir, que en lenguaje llano, trabajan en hacerse pendejos.
A punto de concluir los trabajos de la 61 Legislatura, en la Cámara de Diputados, más de 50 por ciento, 261 de los legisladores, no han sido capaces de que el pleno les apruebe una iniciativa. Sumado a ello, a 101 de los inquilinos de San Lázaro únicamente les han avalado una propuesta de reforma. Además de que 82 congresistas sólo han subido una vez a tribuna para presentar una iniciativa en sesión.
Que quede claro que el legado de este Congreso no es precisamente el más brillante de la historia y que en sí, el grueso de las determinaciones estuvieron marcadas por factores ajenos totalmente al espíritu representativo que dicho “ente” asegura manejar.
La diputada por el municipio de Guadalupe, Nuevo León, Cristina Díaz, destaca como la integrante de la 61 Legislatura más productiva, ya que la panista ha presentado 26 iniciativas, de las cuales le han aprobado 10 y tiene 15 pendientes.
El coordinador del partido Nueva Alianza, Jorge Kahwagi, produjo durante los dos años y seis meses que lleva trabajando en la 61 Legislatura 108 iniciativas, de las que le han sido ratificadas 10, desechadas 37 y 61 se encuentran pendientes.
Deteniéndonos en el perfil ideológico de los “productivos” habría que leer con detenimiento los “aportes” legislativos aprobados y determinar qué tanto impacto tuvieron.
De acuerdo a estadísticas de la Secretaría General de Servicios Parlamentarios, entre los políticos que sólo han presentado una iniciativa ante la máxima tribuna de la nación destaca quien fue durante casi dos años coordinadora de los diputados del PAN, Josefina Vázquez Mota, quien ahora ya se siente la presidenta de México y realza su “vasta experiencia” en la solución de la problemática nacional.
A la lista de inútiles pagado se suma el ex presidente de la Mesa Directiva, Emilio Chuayffet, quien dirigió las sesiones hasta el 15 de diciembre, durante su gestión se aprobaron 156 dictámenes de ley o decretos, siendo el periodo más productivo desde 1997, fecha en que dejó de haber mayoría absoluta en el Congreso. Esto sin considerar que la “productividad” fue criticada por el recurso de votar al fregadazo, siguiendo las voces de las alturas.
Otro ejemplar horroroso es Julio César Godoy Toscano, acusado de tener vínculos con la organización delictiva La Familia michoacana, en los tres meses que estuvo en su curul, desde su precipitada toma de protesta el 23 de septiembre al 14 de diciembre de 2010, donde el pleno aprobó con 435 votos a favor 2 en contra y 21 abstenciones su desafuero, también presentó una iniciativa, a su favor, se entiende.
El diputado con más horas en intervenciones en tribuna, el petista Gerardo Fernández Noroña, sólo ha presentado una iniciativa, pero qué tal se le da eso de hablar a lo buey.
Esta 61 Legislatura se caracterizó por contar, en diferentes momentos, con los presidentes nacionales de las principales fuerzas del país, lo que tampoco contó demasiado ni garantizó valiente cosa.
Beatriz Paredes, quien dirigió al PRI hasta 2011, ha presentado una iniciativa de reforma, misma que se encuentra en comisiones.
El panista y ex líder nacional de su partido César Nava sólo ha presentado dos propuestas ante el pleno de sesiones, mismas que están congeladas en los órganos legislativos de San Lázaro.
En tanto, Jesús Zambrano ha sido el más productivo de los tres dirigentes, ya que en su trabajo legislativo destacan tres iniciativas, mismas que están pendientes.
Los coordinadores de las bancadas mayoritarias en San Lázaro no son ajenos a la incapacidad de que sus iniciativas sean aprobadas, tanto por su falta de liderazgo como por los embrollos propios de los “acuerdos” grilleros.
El presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de los diputados del PRD, Armando Ríos Piter, presentó 13 iniciativas, de las cuales 12 han sido rechazadas y una se encuentra en análisis.
Por su parte, los dirigentes de los diputados del PRI, Francisco Rojas y del PAN, Francisco Ramírez Acuña, han presentado dos y tres iniciativas, respectivamente, mismas que están pendientes.
De acuerdo a información de la Secretaría de Servicios Parlamentarios, los panistas Gumercindo Castellanos y Camilo Ramírez; el diputado del PRI, Héctor Fernández, y la legisladora del PRD, Olga Luz Espinosa, sólo han presentado una iniciativa cada uno, todas rechazadas.
No obstante, en el último periodo de sesiones, que concluyó el pasado 15 de diciembre, el presidente de la Mesa Directiva, Emilio Chuayffet, informó que la productividad durante su gestión fue responsable para la nación. Entiéndase el calificativo a según sea leído.
Indicó que se llevaron a cabo 38 sesiones, se celebraron dos solemnes, se turnaron 60 minutas recibidas del Senado, así como 468 iniciativas y 224 proposiciones.
Chuayffet aseveró que el rezago se abatió con tres mil 930 iniciativas de legislaturas anteriores y resaltó el “arduo trabajo de las comisiones, cuyos resultados se vieron reflejados en los dictámenes que arrojaron estas cifras sobresalientes”.
En la burbuja de irrealidad que viven los congresistas, que no legisladores, es impensable que el México que dejan está peor que cuando lo tomaron. A pesar de las múltiples evidencias externas, los grillos nada más no captan que el deterioro institucional es irreversible y que están matando a la gallina de los huevos de oro a través de la imbecilidad crónica de un sistema político aniquilado.
Pero, los diputados están haciendo las por un supuesto espionaje que nadie encuentera.
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