POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
¿Cómo llegamos a esto? se pregunta el ciudadano español promedio. El nuevo jefe de gobierno de España, Mariano Rajoy, debe de sortear la peor crisis financiera de la etapa democrática de la nación y encarar el problema de cinco millones de desempleados más los que se acumulen hasta que las medidas públicas de prevención económica hagan efecto.
Poniendo ejemplo, la burocracia española se contrae y se limitan los excesos presupuestales.
Con un gabinete de trece miembros, Rajoy supone sacar a España de la crisis interna, recuperar credibilidad en la Unión Europea y superar los errores del pasado.
De esta forma. Luis Guindos quedó al frente del ministerio de Economía y José Manuel García-Margallo, de la política exterior.
Desaparece el ministerio de Ciencia y el de Cultura queda compactado en el ministerio de Educación, Cultura y Deporte, lo cual fue fuertemente criticado por el Partido Socialista (PSOE).
Una mujer de 40 años, Soraya Sáenz de Santamaría, será la “número dos” de Rajoy como vicepresidenta primera, ministra de la presidencia y portavoz del gobierno.
Nueve hombres y cuatro mujeres integran el nuevo ejecutivo, el más reducido de la etapa democrática en España, que tiene como novedad la reorganización del área económica, en la que desaparece la vicepresidencia y se bifurca en dos ministerios: Economía y Competitividad, y Hacienda y Administraciones Públicas.
Dos economistas de largas trayectorias, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, pilotarán, al frente de Economía y Hacienda, respectivamente.
La premisa del ajuste fue adelantada por Rajoy en su discurso de investidura cuando anunció que en 2012 España tiene que recortar en 16,500 millones de euros el déficit público, por lo que sólo se contempla un alza de pensiones.
Lo harán además bajo la estrecha supervisión del jefe del Ejecutivo, quien, en una decisión sin precedentes, encabezará la Comisión Delegada para Asuntos Económicos.
A punto de cumplir 52 años, De Guindos asume la cartera de Economía y Competitividad. Parte de una larga experiencia, que incluye su paso por la etapa de gobierno de José María Aznar (1996-2004), con el que desempeñó diversos cargos técnicos en 2002 fue nombrado secretario de estado de Economía.
En febrero de 2006 fue nombrado presidente ejecutivo de Lehman Brothers para España y Portugal, dos años antes del derrumbe de la entidad. Tras la caída del banco, en noviembre de 2008, semanas después de la quiebra, fue nombrado director del Centro del Sector Financiero que han constituido la consultora PricewaterhouseCoopers y el IEE Business School.
Montoro llegó a Hacienda tras haber sido desde 2007 el flagelo de las medidas del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero frente a la crisis, como vocero económico del conservador Partido Popular en el Congreso.
Rajoy logró sorprender con la elección de algunos de los miembros de su gabinete, como el canciller José García-Margallo, 67 años, de larga trayectoria como diputado del Parlamento Europeo. Licenciado en derecho y europeísta convencido, es amigo de Rajoy y goza de su confianza. Tendrá que reforzar la influencia de España en el mundo, y potenciar la vertiente económica de la diplomacia.
Completan el gabinete, en el que Soraya Sáenz de Santamaría, acapara un gran poder como la única vicepresidenta, además de ministra de la presidencia y portavoz del gobierno, otras tres mujeres: Ana Pastor, nombrada ministra de Fomento; Fátima Báñez, al frente de Empleo y Seguridad Social, y Ana Mato, en Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Pedro Morenés quedó al frente en Defensa; Jorge Fernández Díaz en Interior, que tendrá que afrontar la gestión del fin de la organización vasca ETA, y el ex alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, será el responsable de Justicia.
Además, Miguel Arias Cañete encabezará Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente; José Soria dirigirá Industria, Energía y Turismo, y José Wert, Educación, Cultura y Deporte.
El adelgazamiento del gobierno entrante augura decisiones de choque para sacudir las estructuras productivas y financieras, a modo de rescatar lo que se pueda del desperdicio propiciado por las administraciones anteriores.
Obviamente, España no las tiene todas consigo y se tambalean al igual que Portugal, Grecia e Italia, quienes en el naciente 2012 definirán el rumbo de la unión continental, ya sea para la apertura total o la restricción definitiva de miembros.
Mantengamos el beneficio de la duda.
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