domingo, 23 de enero de 2011

APUNTES: LA NO EDUCACIÓN

POR.- LA REDACCIÓN

Ni por dinero, los profesores de educación básica aceptan efectuar una prueba que demuestre lo que verdaderamente saben y, por obligación, enseñan.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) encontró que más de 779 mil maestros de educación básica (68%) evitaron someterse a una evaluación de su desempeño académico y profesional, a pesar que al hacerlo podrían obtener estímulos adicionales a su salario.

La más reciente evaluación del Programa de Carrera Magisterial concluye que más de 3 mil profesores recibieron estímulos de incremento salarial, de entre 20% y 150%, a pesar de que el puntaje obtenido en el segmento de “aprovechamiento escolar” fue de entre uno y cuatro puntos de un total de 20 posibles en ese rubro.

De acuerdo con el Análisis Estadístico Nacional 2010 de la SEP, de los más de un millón 156 mil 506 maestros en el país, solo 635 mil 51 maestros de primaria y secundaria mostraron interés por la evaluación.

Sin embargo, solo 377 mil 460 de ellos se sometieron al escrutinio para ser promovidos y recibir un estímulo salarial por la preparación profesional acumulada, los cursos de actualización que han tomado, su desempeño profesional, el aprovechamiento que tienen sus alumnos en el aula, el papel que los docentes realizan en la escuela y su participación en las tareas de apoyo a la educación.

El informe estadístico da a conocer que a pesar de la experiencia, de los cursos tomados o de que los docentes mejoraron su formación profesional con estudios de posgrado, hay profesores de primaria con doctorado obtuvieron solo tres puntos en la evaluación, al no lograr transmitir sus conocimientos a los alumnos y no mejorar su aprovechamiento escolar.

De total de participantes en la prueba, mil 841 tienen estudios de doctorado y 42 mil 338 cuentan con una maestría.

En el desglose de las cifras también se advirtió que existen en total 3 mil 702 maestros que “sin grado” —esto es, con estudios de primaria, secundaria o sin certificado en esos niveles— lograron los puntos suficientes que los llevaron a obtener ingresos salariales adicionales.

El promedio de calificación obtenido por los profesores de primaria y secundaria en el país, para lograr la promoción en el programa, fue de 12 puntos, es decir, apenas por arriba del total solicitado (20 en ese rubro).

La SEP acordó con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) distribuir 350 millones de pesos en el año 2010 para financiar el Programa de Carrera Magisterial, el cual otorga estímulos económicos en cinco categorías, que van de la “A” a la “D”.

Después de que el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, indicó que “algo fundamental que le hace falta al sistema educativo es un sistema de evaluación universal”, e informó que 65% de los maestros de Carrera Magisterial “está en el nivel ‘A’ y no han podido subir al ‘B’ o no han querido, no se han sometido al procedimiento”, aseguró que hay avances importantes con el SNTE para acordar una modificación al proceso.

El informe de Carrera Magisterial señala que 53% de los maestros que se presentaron a la evaluación tienen entre 16 y 30 años de servicio en las escuelas públicas del país; y que 56% de los maestros concluyeron una licenciatura o estudios normalistas básicos.

Finalmente, con estos datos oficiales muy poco se les puede exigir a los mentores, y menos a los educandos, pues, ninguno de los dos protagonistas educativos tienen las de ganar, de no ser, la ignorancia por partida doble, que tantos dolores de cabeza la ha despertado a la Patria.

Sin embargo, ya vendrán las movilizaciones anuales del magisterio exigiendo reivindicaciones imposibles con el pobre rendimiento de los agremiados. Es una pena comprobar que la Educación en México es un botín político y no una prioridad social. Puntual al dominio de la masa, la clase dirigente prefiere pagar la desidia, que encarar el riesgo del conocimiento.

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