lunes, 5 de abril de 2010

A TÍTULO PERSONAL: EL CALVARIO DE LA IGLESIA CATÓLICA

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Un acto propio de un gobierno en crisis, durante las celebraciones católicas del Domingo de Pascua y de Resurrección, el Papa Benedicto XVI recibió el apoyo del cardenal Angelo Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio y Secretario de Estado Emérito, al expresar: 'Está con usted el pueblo de Dios, que no se deja impresionar por las habladurías del momento y por las pruebas que en esta hora vienen a golpear a la comunidad de creyentes”.

El comentario fue una respuesta oficial de la Alta Curia de El Vaticano a los ataques francos de la opinión pública mundial y de las víctimas de sacerdotes pederastas que han puesto en evidencia el carácter obsceno y terrenal de la Iglesia Católica.

Asimismo, las palabras del Cardenal Sodano procuran dar una salida simbólica al papel que Joseph Ratzinger tuvo en el encubrimiento de los escándalos sexuales para evitar el desprestigio de la institución que ahora, paradójicamente comanda.

En la bendición Urbi et Orbi, (a la Ciudad y al Mundo), el Papa Benedicto XVI hizo los pronunciamientos espirituales de rigor como: “la victoria de la convivencia pacífica y el respeto del bien común” en los países Iberoamericanos que victimizados por el narcotráfico; el hallazgo de una nueva esperanza en Haití y Chile; y la solución casi ideal de la mayoría de los conflictos de la tierra.

“Que el Resucitado sostenga a los cristianos que, como en Pakistán, sufren persecución e incluso la muerte por su fe.
Que Él conceda la fuerza para emprender caminos de diálogo y de convivencia serena a los países afligidos por el terrorismo y las discriminaciones sociales o religiosas.
Que la Pascua de Cristo traiga luz y fortaleza a los responsables de todas las Naciones, para que la actividad económica y financiera se rija finalmente por criterios de verdad, de justicia y de ayuda fraterna” acotó.

Empujado a dar una perspectiva de las consecuencias de los delitos clericales el Papa expresó: “Hoy la humanidad necesita un éxodo, que consista no sólo en retoques superficiales, sino en una conversión espiritual y moral. Necesita la salvación del Evangelio para salir de una crisis profunda y que, por consiguiente, pide cambios profundos, comenzando por las conciencias”.

En 65 idiomas el Sumo Pontífice bendijo a los creyentes católicos: “Os deseo a todos una buena y feliz fiesta de Pascua, con la paz y la alegría, la esperanza y el amor de Jesucristo Resucitado”.

En otro tono, el diario vaticano L´Osservatore Romano destacó los comentarios del arzobispo italiano de Chieti-Vasto, Bruno Forte, quien denunció “Estamos atravesando un tiempo de ataques y prejuicios. Somos muchos los que constatamos que está aumentando la cristianofobia y que la actual cultura heredera del cristianismo no está consciente de ello y que, como mucho, actúa con tibieza a la hora de reaccionar ante ese desafío”.

El prelado continuó en la defensa del Papa y la coherencia y valentía demostrada en los casos de pederastia, y que “en vez de ser reconocido como un camino de verdad, justicia y amor, son utilizados (esos casos) para acrecentar la sospecha y lanzar juicios duros de desconfianza y condena generalizada”.

Para redondear la pésima campaña de relaciones públicas que instrumentó El Vaticano a fin de mejorar la percepción global de Benedicto XVI, el predicar personal del Papa, Raniero Cantalamessa, en un sermón realizado el viernes en la Basílica de San Pedro, compara la persecución actual de la Iglesia con la violencia colectiva contra los judíos.

La respuesta de la comunidad judía universal no se ha hecho esperar por la terrible comparación que explicó correctamente en una pregunta elemental, el rabino Marvin Hier del Centro Simon Wiesenthal

“¿Cómo puede comparar la culpa colectiva asignada a los judíos, que causó la muerte de decenas de millones de personas inocentes, con los autores que abusan de su fe y de su labor abusando sexualmente de niños?”

Como un viejo dinosaurio, la Iglesia Católica, que poco tiene que ver con el mensaje original de fe dado por Jesús, trata de librarse de sus propias trampas recurriendo a un discurso, que no acciones, repetitivo y hueco, desnudando la carnalidad imperfecta de la que Pablo de Tarso, hizo la punta de lanza para pervertir el cristianismo original y convertir una distorsión en religión de Estado.

Y que cada quien saque sus conclusiones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como no se va a desprestigiar la empresa de la fe cristiana si, por ejemplo en México, el actual dirigente de la institución, Norberto Rivera, en la misa que oficio en la catedral metropolitana dijo que se le castigara a todo aquel sacerdote que que se vea involucrado en pederastia, siendo que en su arquidiócesis o no sé bien como se defina, pero cuando dirigió una región católica, abordando el estado de Puebla, a un sacerdote en especial lo mando a USA porque aquí ya enfrentaba cargos por abuso a menores, cobijando con el santo manto http://www.youtube.com/watch?v=krQvipsX9Nc y esto fue reportado por noticieros televisa imaginense que hay en los cortes de edición

Anónimo dijo...

Atte
Diego