lunes, 31 de agosto de 2009

MALA LECHE: LA LXI LEGISLATURA

En un escenario muy distinto al de hace tres años, la nueva legislatura del Congreso de la Unión entró en funciones.

El Partido Revolucionario Institucional, fortalecido por el dominio impresionante de cuanta elección le pongan enfrente, menos las de la Capital, se sabe la punta de lanza para un regreso histórico al poder y una demostración mundial de sus mañas vetustas pero letales para conseguirlo.

El Partido de la Revolución Democrática, cercano a la desintegración hará maromas para no perderse en el extremismo absurdo, acelerador en la caída de la percepción positiva de los electores, y tratará de meter en cintura al enloquecido Manuel López Obrados y sus Marionetas populares tipo “Juanito”, respondonas y soberbias hasta el ridículo.

El Partido Acción Nacional es la prueba palpable de los fracasos acumulados por dos Presidentes funestos: Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa; reducido a tercera fuerza tendrá una labor titánica a fin de mantener al Ejecutivo en la silla y no caerse juntos dentro de un proyecto de país, ideado por los enemigos de cualquiera.

El primer consenso fue la negativa de la Legislatura a la propuesta de la Secretaría de Hacienda para poner el Impuesto sobre el Valor Agregado a alimentos y medicinas. El rotundo no es una fuerte advertencia para la Presidencia de la República a fin de idear mejores opciones de salvamento a la enclenque economía del país.

Los líderes de las bancadas tienen metas fijas y en el transcurso de los meses se verá la habilidad de concretarlas a través de la negociación obligada y el reparto de poder sin menoscabo de sus objetivos.

Por el momento, el PRI no baja el dedo del renglón de la necesidad urgente de llamar a Calderón a rendir cuentas y explicaciones de la bancarrota federal y, al margen, de su lucimiento personal en un próximo evento en Palacio Nacional, el Tercer Informe de Gobierno requiere de una exposición a fondo de parte del Primer Mandatario.

Los diputados de todos los partidos están conscientes del riesgo de un estallido social de seguir las directrices actuales en la economía y el exceso de mando, por consiguiente, deberán de ubicar el Presidente Calderón en la realidad caliente resultante de la cruenta lucha contra el narcotráfico y las espeluznantes decisiones en el ámbito de justicia, derechos humanos, empleo, salud y una prolongada lista de promesas truncas a causa de favores y facturas pendientes.

El PRI jugará en su cancha y a su favor, circunstancia alentadora si suponemos el respeto a la tradición ideológica de los fundadores: al pueblo pan, circo y compensaciones pequeñas en el aro del control.

El primer lance de los partidos será precisamente la comodidad o la incomodidad de Felipe Calderón y su Informe de Gobierno. Observemos a la sobrada diputada Josefina Vázquez Mota mover mar y tierra para evitarle a su manager una buena dosis de fuego amigo.

Con escepticismo, dejamos a la LXI Legislatura la lectura de los malos augurios y esperemos por el bienestar colectivo una serie de determinaciones adecuadas a los tiempos violentos desatadas por la ineficiencia gubernamental y el cinismo del Poder Judicial, otro espacio enloquecido por la línea de mando y los privilegios financieros.

El estruendo está por venir y esta vez sí será “Thriller”.

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