POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL
Lo que faltaba para pulir la fama internacional de retardatario fundamentalista.
José Alvano Pérez Bautista, un joven de 24 años de nacionalidad mexicana y natural de Puebla, fue detenido el 16 de agosto de 2011 por miembros de los servicios de inteligencia de la Policía Nacional en Madrid. Según un escueto comunicado hecho público por la policía, se le acusó de planear atacar con gases asfixiantes y otras sustancias químicas como el gas sarín, a los participantes en la manifestación laica que celebró en el centro de la ciudad, en contra de que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que comenzó el 15 de agosto de 2011 y que contó con la presencia del Papa Benedicto XVI,y se financió con fondos públicos.
El detenido pensaba dirigirse el 17 de agosto de 2011 a las siete y media de la tarde a la céntrica plaza de Tirso de Molina, que es de donde partió la marcha organizada por más de 140 organizaciones laicas y religiosas bajo el lema “De mis impuestos, al Papa cero”, con el objetivo de atacar a algunos de sus participantes. Por eso la policía decidió detenerlo ante el riesgo de que creara una situación de pánico. Según los convocantes, a la protesta acudieron decenas de miles de personas pertenecientes a organizaciones laicas y religiosas como Redes Cristianas, Europa Laica, Ateos en Acción, Cristianos por el Socialismo e Iglesia de Base de Madrid.
El arresto de Pérez Bautista se produjo en el recinto ferial de Ifema, situado a las afueras de la capital y donde estaban alojados algunos de los mil 700 voluntarios que ayudaban en la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), a las 12.50 del mediodía (5.50 en México) y después de que varias personas alertaron a las fuerzas de seguridad al haber encontrado comentarios suyos en foros en Internet, donde defendía que no se puede consentir que se produzcan ataques contra el Papa Benedicto XVI.
Licenciado en Química por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), donde estudió en su centro de Investigaciones, Pérez Bautista lleva algún tiempo viviendo en el barrio de Salamanca de Madrid, uno de los más caros, donde estudiaba y trabajaba con una beca en el Instituto de Química Orgánica General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
En su departamento, que compartía con otros investigadores también becados, se encontraron una memoria portátil y dos cuadernos con “anotaciones de procesos químicos ajenos a sus estudios”, que fueron analizados por la Policía Nacional.
Aunque la policía insistió en que no se tuvo constancia de la realidad de la amenaza, argumentó que decidió detenerle para evitar cualquier posible incidente, incluso un ataque fallido que pudiera provocar el pánico.
Además de preparar el atentado, el arrestado hizo labores de “reclutamiento” a través de la red para sumar adeptos a su hipotético ataque.
Autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dijeron que de acuerdo con los protocolos de la Convención de Viena, el gobierno de España notificó a funcionarios consulares mexicanos la aprehensión de Pérez Bautista, garantizando con ello la asistencia de su gobierno ante las acusaciones que enfrenta, conforme establece el derecho internacional.
Varios mensajes de Internet en los que insultaba a los participantes en una marcha laica contra la Jornada Mundial de la Juventud y pedía voluntarios para montar un ataque contra ellos pusieron a la policía sobre la pista del estudiante mexicano autor de ese intento.
"Esta es mi lucha. A matar maricones y cualquier aberración antihumana durante sus manifestaciones contra la Iglesia católica", afirmaba un mensaje publicado en el diario digital "La voz libre", con el nickname de "BAGMAN69".
Fernando Andreu, que decretó libertad condicional para el estudiante mexicano José Alvano Pérez Bautista, presunto autor del intento de ataque, relató cómo en el mensaje el joven afirmó: "Soy un trabajador de una importante industria farmacéutica en Madrid y puedo hacerme con suficientes sustancias peligrosas para boicotear las protestas antipapa".
"El que se quiera unir contácteme f_cogelons69@hotmail.com", continúa el mensaje, que finaliza con un "Posdata que se vallan (sic) a chingar a su madre todos los putos maricones de mierda, asquerosas abominaciones, desechos de vida, errores de Dios".
En otro mensaje, también publicado en la misma página web, Alvano, supuestamente, da las "gracias a aquellos que han enviado mail solicitando reclutarse para mi lucha".
"Les adelanto que tengo disponible 20 litros de ácido clorhídrico y unas 50 botellas de bromuro de bencilo, con esto podemos hacer una buena mezcla asfixiante, pero necesito más gente para distribuir contenedores de medio litro entre esas porquerías desechos de vida que se manifestarán contra la iglesia", añadió en el mensaje.
En un tercer envío, Alvano supuestamente afirma: "Animo compañeros, ya casi estamos listos, las molotov ya están listas, quién será el valiente que arrojará una sobre la espalda de un maricón de mierda antipapa".
El análisis de la dirección de envío de estos mensajes acabó llevando a la policía hasta un ordenador del Instituto de Química Orgánica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, asignado a Alvano, quien se encontraba en España con un permiso de estudios.
Sin embargo, el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, no imputó de momento delito alguno contra José Alvano Pérez Bautista, pero le retiró el pasaporte y le ordenó comparecer en una comisaría de policía dos veces al día.
La defensa del detenido explicó que el joven mexicano manifestó que todo lo que escribió en foros de Internet sobre un posible ataque con productos químicos contra los opositores a la visita de Benedicto XVI era una "broma de mal gusto".
Los hechos imputados al detenido podrían ser considerados como un delito de amenazas contra un grupo colectivo, por lo que el fiscal Luis Barroso reclamó además como medida cautelar la prohibición de abandonar el territorio nacional y la retirada del pasaporte.
Durante la celebración de la vista para adoptar medidas cautelares, Barroso también solicitó que el joven, que se había inscrito como voluntario de las jornadas, facilite un domicilio y un teléfono en el que pueda ser localizado en cualquier momento.
Por su parte, el abogado defensor del detenido, Antonio Ortiz explicó que su defendido manifestó que todo lo que escribió en foros de Internet sobre un posible ataque con productos químicos contra los opositores a la visita del papa Benedicto XVI era una "broma de mal gusto".
"Era una broma, una ficción, una invención y no tenía ninguna intención de llevarlo a cabo", dijo Pérez Bautista al juez.
Su abogado recordó que, pese a que su representado está en situación de estancia por estudios en el Instituto de Química Orgánica General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, no le ha incautado ningún tipo de sustancia química.
Unas horas después de la detención la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), un evento religioso creado en 1984 por Juan Pablo II, comenzó con una multitudinaria misa de acogida a los miles de peregrinos llegados de todas partes del mundo, oficiada en la Plaza de Cibeles por el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela.
Durante la ceremonia, concelebrada por 800 obispos, arzobispos y cardenales de distintos países y ayudado por 8 mil sacerdotes que dieron la comunión a los fieles, el jefe de la Iglesia católica en España no hizo ninguna mención al gobierno que preside el socialista José Luis Rodríguez Zapatero ni a las leyes aprobadas en sus dos legislaturas, como la del matrimonio entre personas del mismo sexo, la del aborto libre en las primeras semanas y la del divorcio express, que provocaron la indignación de la Iglesia católica en España.
Tampoco se refirió a las críticas vertidas desde sectores religiosos y laicos por el elevado costo de la JMJ, que asciende a 75 millones de dólares (50 millones de euros) y por lo ostentoso del evento. Flanqueado por la imagen de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, y junto a la ampolla con la sangre del Beato, Juan Pablo II, inserta en un evangelio, Rouco calificó a los jóvenes de “esperanza y futuro” de la iglesia entera”.
De confirmarse plenamente la culpabilidad del sujeto, los mexicanos tendremos que meditar seriamente en que está desembocando la fragilidad de nuestra sociedad en todos los sentidos y valorar la necesidad de regular el ejercicio ideológico de las iglesias asentadas en el país.
El presunto terrorista católico no surgió de la generación espontánea, su mentecita, amen de los problemas personales, estuvo expuesto a discursos intolerantes, muy del estilo de los movimientos ultras de Puebla, y acabó confundiendo la creencia espiritual con la cerrazón “cristera”.
El fanatismo en cualquiera de sus formas sólo genera mayor solidaridad con la razón, a la que precisamente agrade. La inteligencia debe frenar la proliferación de estas bombas andantes y derrotar a quienes las construyen desde la oscuridad de una institución.
El reto supremo de este milenio tendrá que ser el reconocimiento y el respeto a la diferencia. No se trata de construir un presente y un futuro a nuestra exclusiva conveniencia, sino de coexistir en el equilibrio de la diversidad; esa en que algunos credos no caben.
Como he reiterado en otras entradas de EL ÚLTIMO DE LOS DODOS, históricamente para México, los representantes de la Iglesia Católica han sido claros enemigos del crecimiento intelectual del pueblo y nunca han respetado la conducta democrática porque por origen están negados a ello.
Es obligado recuperar el laicismo estatal.
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