Independiente a las situación crítica por la que atraviesa el país, es definitivo que todos tenemos que aportar nuestro mejor esfuerzo para sortear lo que se avecina, que no será fácil y que pondrá a prueba nuestro temple.
Creemos que el amor no sólo se demuestra en circunstancias felices; el amor se fortalece en la adversidad, por ende, cuando exhortamos a que se tomen medidas personales de prevención, no lo estamos haciendo únicamente por los individuos, sino también por las personas a las que ama y los aman, así como a aquellos que le rodean. De tal forma, que desde donde y con quien estemos recordemos que somos una comunidad, y que aunque no nos podamos ver, abrazarnos y besarnos como acostumbramos los Dodos, están en nuestro corazón, en nuestro ánimo y en nuestras ganas de seguir adelante escribiendo y defendiendo lo que creemos.
Agradecemos a nuestros visitantes y esperamos que algunas de nuestras ideas les den un consuelo. De nuestra parte no pensamos claudicar y de antemano los convocamos a dar una lucha con todo a favor de la vida, la esperanza y el mañana, que precisamente por no existir aún lo podemos mejorar.
A la banda del IMP, tanto interna como externa, les recordamos que somos espíritu y agallas, y que no nos van a doblar padecimientos exóticos o negligencias oficiales, saldremos avante para volvernos a reunir. Hasta entonces vean su corazón y pulan el vínculo indestructible que nos une.
El último de los Dodos
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