Por: Raúl Gómez Miguel
Siempre tuvo razón Benito Juárez, la Iglesia Católica Mexicana como institución, que poco coincide con la espiritualidad que dice sustentar, está más atenta a los asuntos de la tierra que a los del cielo. No le basta con el Partido Acción Nacional, heredero trasnochado del conservadurismo extremo decimonónico, sino que ahora alienta al fanatismo clasista para despertar fantasmas cristeros, sinarquistas y en una de esas hasta mártires pederastas que defiendan las causas de la decencia y la moral de las sotanas hipócritas.
El fanatismo como cualquier forma de imbecilidad sólo puede producir mayor estupidez a costos muy altos. Así que antes que las beatas y los "pro vidas" se lancen al camino del calvario guardemos la prudencia y apliquemos la ley por que no sólo son delincuentes los que comentan ilícitos, sino también los que fomentan esas acciones.
Tampoco es válido que el PAN se deslinde de esas "locuras" cuando sus cuadros de choque son precisamente esos enfermos que entre cristos reyes y guadalupes le hacen imposible la vida a los diferentes.
El panismo es mochería. El centro derecha es una etiqueta política tan barata como la revolución institucional o democrática. Ni modo, mis aristócratas de novena, aguanten los picotazos de sus cuervos y no escondan la mano que inició la lluvia de estas piedras.
Estos son los logros de las transiciones opositores.
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