FUCHO: OPERACIÓN MADRID, ETAPA UNO

POR.- LUPO

¿Qué hay más allá de la serie que hoy empieza entre el Bayern Munich y el Real Madrid?

En Europa hay y sólo ha habido un Dios desde hace 100 años. Un Dios que ha levantado “La Orejona” (nombre del trofeo de la UEFA Champions League) en nueve ocasiones y que ha ganado la competencia de su país 31 veces; un Dios que se llama Real Madrid.

El problema de la divinidad –futbolísticamente hablando- es que alcanzarla es fácil, conservarla no; los dioses deben alimentar la fe de sus fieles todos los días, pues las deidades no consagradas y los falsos profetas abundan por todos lados, esperando un solo instante de duda e incertidumbre para meterse en la cabeza de las personas.

Todos tenemos un límite, un punto de inflexión. El pueblo madridista está ávido de gloria: la sequía provocada por la baja de juego en los últimos años del Madrid y por la aparición de un demonio llamado Barcelona está a punto de ser mortal. En Madrid se necesita una prueba para mantener la fe.
Ya van a ser 10 años de la última vez que el club “Merengue” ganó la Champions, en aquel inolvidable partido gracias al golazo de volea de Zidane, ante el Bayer Leverkusen; y la gente ya no puede vivir más del pasado. Hoy en día pesan más las tres “Orejonas” ganadas por el Barcelona en las últimas seis ediciones de la UEFA Champions League (UCL), que las nueve del Madrid en toda la historia. Y de La Liga… ni hablemos, desde 2008 España no conoce más campeón que el club catalán.

Este año ha sido distinto, el Madrid ha sido líder de la competencia local durante prácticamente todo el torneo, llegando a tener una ventaja de 10 hasta puntos sobre el Barcelona. La gente se llenó de expectativas, los medios veían al Madrid como campeón seguro hasta hace un mes; hasta el Barcelona veía la liga perdida y prereconocía el título del Madrid. Pero los fantasmas llegaron…

Después de tres empates, prácticamente consecutivos, el Madrid está sólo a 4 puntos del Barcelona y tiene en puerta el partido más importante de la temporada el próximo domingo 22 de abril: su visita a Barcelona.

Pero como dicen por ahí, primero lo primero. Hoy el Madrid tiene una dificilísima prueba en su camino hacia el título de la UCL. Esta tarde, en punto de las 13:45 (hora de México) el Real se medirá ante el Bayern Munich, en Munich. Está de más mencionar que el club alemán no es ningún pancito y que el Madrid deberá hacer un partido perfecto si quiere llevarse al menos un punto del Allianz Arena (estadio del Bayern), para tener así mayor tranquilidad en la vuelta en el Bernabéu.

Pero hablando de un futuro más inmediato, es importantísimo que el Madrid saque un buen resultado en Alemania, que le dé una dosis extra de motivación para encarar el “Derbi Español”(1) de este domingo. El que el Madrid gane en Barcelona, no sólo representa asegurar la liga; también significa romper con una larga racha de partidos sin poder vencer a su archirrival, lo cual sería un “refill” de confianza para el equipo de la capital. Hay que recordar que en la otra llave semifinal de la UCL está el Barcelona, y las probabilidades de que éste avance a la final son muy altas. En caso de que se diera la final soñada en Europa y en el resto del mundo, sería ideal para los “Merengues” afrontar el compromiso sabiendo que semanas atrás vencieron al Barcelona y que lo pueden volver a hacer.

Es por esto que el equipo de Mourinho no se puede dar el lujo de perder la liga después de ser el amo de la misma desde hace más de medio año; y mucho menos, no avanzar a la presupuestada final de la Champions, ante su más acérrimo rival y últimamente némesis: el FC Barcelona, la cual tiene la obligación de ganar… o morir en el intento.

Sí, la fe por el Madrid está en un nivel crítico. Los millones de seguidores del equipo blanco llevan años en el árido desierto, con hambre y sed, y con una espera vehemente de ver llover aquel Maná(2) que devuelva las alegrías y las sonrisas, pero sobre todo, el orgullo.

NOTAS

1.- Nombre con el cual se designa al “Clásico” del fútbol español: Real Madrid vs Barcelona.

2.- Alimento que Dios hacía llover diariamente al pueblo de Israel durante su paso por el desierto.