sábado, 24 de julio de 2010

DODOCATORIAS: FOREVER YOUNG

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Regreso a Dylan.

23 años después me reúno con mis dos mejores, y sus respectivas esposas, de la Universidad, entonces ENEP ACATLÁN.

Y eso qué tiene de importancia general. La verdad, nada. Simplemente es el reencuentro con una parte de tu pasado y la evocación de quiénes fuimos y la constancia de lo que somos.

Rolando, Elizabeth, Orlando y Laura me ayudaron a recordar y reafirmar la elección personal de vivir mi existencia como mejor se me dé.

Sin otro motivo les dedico, y comparto con los lectores, un texto de Bobby Dylan que nos viene como anillo al dedo, agradeciendo, que a pesar de los lustros, nos podamos admirar como entonces.

Que Dios te bendiga y te conserve,
que tus deseos se vuelvan realidad,
que hagas por otros
y dejes a otros hacer por ti.
Que construyas una escalera a las estrellas
y escales cada peldaño.

Que permanezcas por siempre joven,
Por siempre joven,
Por siempre joven,
Que permanezcas por siempre joven.

Que crezcas para ser justo,
que crezcas para ser verdadero,
que siempre conozcas la verdad,
y veas las luces que te rodean.
Que siempre seas corajudo,
y te enfrentes y seas fuerte.

Que tus manos siempre estén ocupadas,
que tus pies sean veloces,
que tengas fuertes cimientos
cuando los vientos cambien de giro.
Que tu corazón siempre sea alegre,
que tu canción siempre sea cantada.

Que permanezcas por siempre joven,
Por siempre joven,
Por siempre joven,
Que permanezcas por siempre joven.

Bob Dylan, 1973.


Así sea y que en el último recuerdo de quien sobrevive, destaque la añoranza por tres hombres que desearon ser por siempre jóvenes.

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