viernes, 19 de febrero de 2010

AD: TRAINEE BLUES

Originalmente este texto apareció en el facebook del autor y se nos hizo llegar a través de una cadena de correo electrónico. Por considerar de interés general y compartir la misma preocupación de su contenido, EL ÚLTIMO DE LOS DODOS lo presenta tal cual, esperando darle mayor difusión y resaltando la importancia que tiene resolver el aspecto del trainee en las agencias de publicidad, mercadotecnia, diseño y otras áreas de la comunicación social que lo han convertido más que en un entrenamiento, en una camino para conseguir mano de obra casi gratuita, rendidora y generadora de riqueza sin compromiso ni responsabilidad laboral alguna. Como expresa atinadamente el firmante, es impostergable por parte de la industria y la autoridad competente la regulación de este tipo de figura productiva, que deja en desventaja a decenas de jóvenes que se sacrifican por una oportunidad que puede costarles la vida.

POR.- HUGO MORENO

Ser trainee es muy romántico, pensar que en algún momento las personas repetirán una frase tuya y la usarán en su lenguaje coloquial, soñar en ganarte un León de Cannes y en volverte el orgullo de la agencia hacen que uno soporte todo tipo de atropellos.

Ser trainee es pensar en dedicarle tu vida a la agencia, lo que es igual a morir por ella.

La agencia ha recortado personal, el trabajo que hacían tres personas lo tiene que solucionar una sola. El cliente al igual que la agencia (quien debería cuidar los intereses de su personal) es negligente y considera que unos cambios en el line son de vida o muerte, dicho esto de la forma más literal posible porque salir a las 3 de la mañana de la agencia todos los días, que la empresa no tenga un poquito de madre y te haga salir con el cerebro exprimido y, completamente fatigado, te hagan manejar tu coche porque como te pagan estacionamiento, no tienes derecho a pedir un taxi es una razón para morirse de un infarto, para morirse manejando o para morirse de impotencia al notar lo reemplazables que podemos llegar a ser.

Dedicar tu vida a un trabajo es justo, pero estar listos para morir por las determinaciones estúpidas de una agencia que carece de los huevos para poner en paz a un cliente con sus exigencias, ¿vale la pena? Yo no lo creo, pienso que sería mejor contar con la salud física suficiente para seguir disfrutando de nuestro interesante trabajo, vivir para ver nuestras campañas en lugar de morir por concebirlas.

Honremos a todos aquellos que han llevado a la literalidad el hecho de morir por la agencia no permitiendo que alguien más sea sometido a dicho martirio físico y mental. Busquemos protección en sindicatos o asociaciones que apoyen nuestros derechos en el gremio publicitario. Hagamos frente a la tiranía impuesta por esas agencias que nos hacen sentir afortunados por pagarnos 3 mil pesos. Leo Burnett dijo que cuando las exigencias del cliente rebasaran a las del personal de su agencia, quitaran su nombre de la puerta; supongo que en momentos como éste, se revuelca en su tumba. Jamás quitarán su nombre de la puerta porque es más redituable contar con su firma en tinta verde que respetar su última voluntad.

Vive por un buen futuro, por mantenerte mentalmente estable, vive por construir una familia, vive por disfrutar tu trabajo, vive por todo lo que te falta por realizar y muere cuando la vida no te deba nada, por algo que en realidad valga la pena.

1 comentario:

El monstruo dijo...

Muchas gracias por compartirlo, estamos formando un grupo en Facebook y buscando asesores para darle más formalidad a este movimiento.

No se trata de exigir a lo pendejo o pedir imposibles, se trata de recuperar la dignidad y no permitir que nuestra humanidad se vea relegada por las exigencias de una agencia que no sabe frenar a un cliente.