AD: SI NO PASAS, NO TE PASES

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Una combinación maligna es el pésimo entrenamiento de los conductores de vehículos y la nula educación peatonal en los habitantes de la Ciudad de México.

Los accidentes de tránsito y sus fatales consecuencias sólo revelan que la urbe dista mucho de ser un espacio seguro para alguien.

Desplazarse por el Distrito Federal diariamente es una aventura que reta el trabajo de los ángeles de la guarda que hacen hasta la imposible por regresar a los habitantes sanos y salvos a los hogares.

En los últimos 4.5 años, en el Distrito Federal han muerto 3 mil 904 personas atropelladas, principalmente en 50 cruceros conflictivos, los cuales ya fueron identificados por el gobierno capitalino.

La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal tiene ubicados los puntos peligrosos, debido a los accidentes que ahí ocurren por la falla de semáforos, falta de señalización e incluso a la nula cultura vial.

Los principales problemas se presentan sólo en 50 cruceros considerados como conflictivos, de las 4 mil 949 intersecciones que hay en la ciudad.

Los cruceros conflictivos se encuentran principalmente en las delegaciones Cuauhtémoc, Álvaro Obregón, Coyoacán, Tlalpan, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón.

Algunos de los puntos peligrosos son Eje Central Lázaro Cárdenas en su cruce con Francisco I Madero, José María Izazaga y Pino Suárez, San Pablo y Anillo de Circunvalación, y en las cercanías de los mercados Sonora y La Merced.

La Secretaría de Transportes y Vialidad ubica los cruceros conflictivos por el flujo de personas y de automóviles que ahí confluyen.

Por ello, ha dispuesto de elementos de la Policía de Tránsito para aminorar los percances en los 936.11 kilómetros de vías primarias y los 189.79 kilómetros de arterías de acceso controlado.

Desdichadamente, como es sabido por el ciudadano, los uniformados lejos de promover la seguridad, contribuyen por la ineficiencia y la prepotencia a colapsar los sitios donde se paran, así que no es ninguna garantía tenerlos a la vista.

El Gobierno del Distrito Federal puso dispositivos de seguridad en mil 290 cruceros, señaló el subsecretario de Control de Tránsito, Luis Rosales, pero hay especial atención en los 50 más problemáticos.

La SSP-DF considera que no hay una adecuada cultura de tránsito y que anualmente hay más vehículos y más peatones.

Según datos de la dependencia, en la ciudad circulan más de 5 millones de vehículos diariamente y hay un flujo de personas superior a los 15 millones, contando las que llegan de la Zona Metropolitana.

La Dirección de Estadística del Servicio Medico Forense informó que son más los hombres atropellados que mujeres, precisamente por ser adictos a la práctica del “me la juego” o al “mí no me pasa nada”.

En los casos de atropellamiento en los cruceros de la muerte no sólo se ven involucrados autos particulares, sino también transporte público concesionado e incluso las empresas del gobierno capitalino como el Metrobús y Transportes Eléctricos.

Por el número de muertos, el Consejo Ciudadano de Seguridad y Procuración de Justicia del Distrito inició la campaña “Si no pasas, no te pases”.

Dicha acción se lleva a cabo a través de Facebook y busca concientizar a los automovilistas de los problemas que se pueden generar cuando no se respetan las señales de tránsito, como los semáforos.

El movimiento denominado “Si no pasas, no te pases” también busca evitar los choques, percances y congestionamientos viales.

En los últimos cinco años, el transporte público de la ciudad también se ha visto involucrado en diversos accidentes, como atropellamientos en los cruceros conflictivos que han dejado un saldo de más de 750 muertos, según estadísticas oficiales, por lo que el GDF exige que todas las unidades cuenten con una póliza de seguro.

De acuerdo con la Ley de Transportes y Vialidad todas las unidades de alquiler y de movilidad con placas del DF deben cumplir con un requisito indispensable para prestar servicio una póliza de seguro, que garantiza la reparación del daño en caso de accidentes, sobre todo de atropellamientos.

Los microbuses, son el transporte que más muertos por atropellamientos dejan; sin embargo, no hay cifras oficiales de cuál es la cantidad de dinero que han pagado las 30 mil unidades que prestan servicio en la ciudad por los accidentes, porque las concesiones son individuales. Sin embargo, cada concesionario es obligado a cubrir los daños y contar con una póliza pues de lo contrario se le cancela una concesión.

No obstante, aun en la desgracia siempre emerge un ganón. Habría que preguntar cuánto dinero mueve la corrupción y la impunidad para que los responsables directos de los accidentes libren la ley y continúen haciendo de las suyas.