sábado, 14 de abril de 2012

MALA LECHE: LA OMS Y LOS TABACOS

POR.- EL DODO DE LA MALA LECHE

Evidentemente la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, no lee “El Último de los Dodos”, de lo contrario entendería claramente que su propuesta para combatir el tabaquismo en México está condenada al fracaso y sólo contribuirá a incrementar el problema que dice atacar.

La funcionaria internacional convocó a las autoridades legislativas y sanitarias de nuestro país a elevar los impuestos al tabaco, ya que es la mejor forma de incrementar los ingresos del gobierno federal para otorgar mejor atención médica y reducir el número de enfermedades crónicas, especialmente las que afectan el corazón y los pulmones.

Independiente al endeble razonamiento, el llamado cae en la zona común de pegar en el dinero, pero no arrancar accesos al contrabando y a la piratería, es decir, golpear a los fabricantes establecidos y facilitar el arribo de productos ilegales.

Chan dijo que si bien se ha avanzado mucho en México a través de leyes generales contra el tabaquismo a escala federal y local, además de que se impulsó la colocación de leyendas y pictogramas de advertencia en las cajetillas, la OMS recomienda incrementar los impuestos como una forma de desanimar a los jóvenes a fumar y de sanear las finanzas de un país que destina gran parte de su presupuesto en atender enfermedades asociadas al tabaquismo.

“Quiero invitarlos a que por favor pongan impuestos más altos sobre el tabaco, es la mejor forma de incrementar los ingresos y reducir el factor de riesgo de enfermedades, especialmente padecimientos que afectan los pulmones y el corazón”.

Salomón Chertorisvki, secretario de Salud, contestó que en salud pública siempre se estará a favor de incrementar ese tipo de impuestos y de toda medida que reduzca el consumo de tabaco. “Necesitamos pensar en que es posible llegar a tener países con humo cero. No hay consumo de tabaco factible”.

México, a pesar de sus leyes, no ha conseguido erradicar de los espacios cerrados el humo del cigarro, de hecho, en la reciente Conferencia Mundial de Tabaco y Salud, realizada en Singapur, se informó que Brasil, Colombia, Uruguay y Guatemala han avanzado de manera importante en el problema de los fumadores pasivos.

En México los tumores malignos son la tercera causa de muerte, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Salud Pública. Del total de 559 mil 360 defunciones registradas en el país en 2010, 74 mil 685 tuvieron como causa principal algún tipo de cáncer. Este alto nivel de mortalidad es prevenible en un porcentaje significativo evitando el consumo de tabaco y la exposición a su humo, ya que fumar cigarros causa por lo menos 30% de todas las muertes por cáncer.

Desgraciadamente, mientras los precios de las marcas registradas se ponen por las nubes, ¿cigarros? de extraña procedencia inundan el mercado capitalino a precios menores de diez pesos por cajetilla.

Cada año, el consumo de tabaco causa a escala mundial 1.8 millones de muertes por cáncer; y el de pulmón es el que más fallecimientos aporta con 1.4 millones. No obstante, puede ser uno de los cánceres más prevenibles, ya que casi 90% de los casos se debe al tabaquismo.

En materia normativa, el Senado de la República tiene congelada desde octubre de 2011 una reforma a la Ley General de Salud que busca espacios 100 por ciento libres de humo de cigarro a escala nacional.

El gobierno federal desembolsa 75 mil millones de pesos en la atención a enfermedades originadas por el consumo de tabaco. La Secretaría de Salud pretende un incremento de 15 pesos adicionales por cajetilla.

El impuesto al tabaco en el país es de 65 por ciento, y con este gravamen especial sobre producción y servicios (IEPS) recaudan 22 mil 463.6 millones de pesos.

Sin menospreciar los avances logrados en materia de impuestos, no son suficientes. El tabaquismo requiere de estrategias adicionales para ser frenado. Una de ellas debe de contemplar la prohibición efectiva del ingreso de cigarros ilegales al mercado a través de los sistemas de distribución oficiales.

En tanto exista una posibilidad de llegar al producto, aun en un riesgo altísimo de salud, los fumadores mexicanos seguirán proliferando.

Es en este punto donde debería de comenzar el esfuerzo.

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