domingo, 15 de abril de 2012

AD: UNA MISS UNIVERSO ¿TRANSGÉNERO?

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

Partamos de la evidencia aceptada que el certamen de belleza “Miss Universo” es un vestigio de antiguas glorias, de cuando las mujeres sólo podían aspirar a ser reconocidas por un físico impresionante y no por cualidades genéricas superiores.

En el presente, afortunadamente, las mujeres dan batallas en otras áreas menos superficiales, alejadas de esa exhibición de vacas, que fuera el dolor de cabeza de varias generaciones. Hoy, “Miss Universo” es un concurso cursi, demodé y condenado a la desaparición.

Sin embargo, en los espacios “especializados”, el asunto sigue siendo noticia.

Por ende, que la Organización del concurso Miss Universo anunciara que pudiera revertir una decisión previa y permitir que una mujer transgénero ingrese al concurso de Miss Universo Canadá, revoloteó en el ambiente y dio pie a la discusión de posturas irreconciliables entre la apertura sexual y la ortodoxia biológica.

Como se sabe, Jenna Talackova, de 23 años y nacida hombre, fue descalificada por los organizadores el mes de febrero como finalista en el concurso de mayo.

Las reglas del concurso administrado por la organización de Donald Trump dicen que las participantes deben ser “nacidas naturalmente” mujeres.

La mujer de Vancouver se sometió a una operación de cambio de sexo hace cuatro años, cuando tenía 19.

El lunes 2 de abril de 2012, la Organización de Miss Universo envió un comunicado a través de su portal en Canadá, en el que aseguraron que Talackova sí puede competir pero poniendo algunas condiciones:

“(Competirá) siempre que cumpla con todos los requerimientos legales de género existentes actualmente en Canadá, y las normas establecidas por otras competencias internacionales”.

La declaración no dio más detalles y no respondió de inmediato a mensajes en busca de aclaración.

El comunicado del concurso se lanzó cuando Talackova anunció una conferencia de prensa en Los Ángeles con la asesoría de la famosa abogada Gloria Allred, y mostró su pasaporte.

La descalificación había generado una amplia simpatía para Talackova y la pregunta de si el concurso tenía el derecho a decidir quién es mujer.

Su cambio de sexo no era un secreto antes del evento porque ella había competido ya en el Concurso de la Miss Reina Internacional 2010 para mujeres transgénero y transexuales, realizado en Pattaya, Tailandia.

En una entrevista en video para esa competencia, ella dijo que había vivido su vida como mujer desde que tenía 4 años, que había comenzado terapia hormonal a los 14 y que finalmente se sometió al cambio de sexo a los 19.

“Yo me considero una mujer con un historial”, dijo la modelo en dicha entrevista.

La batalla de Talachkova por concursar en Miss Universo tiene como antecedentes otros casos que han cimbrado al concurso. Por ejemplo, hasta antes de 1990, estaba prohibido que concursaran modelos con cirugías plásticas. La norma se suprimió ese año dejando incluso abierta la interpretación para que las concursantes desfilaran con rellenos.

No obstante pocas aceptan abiertamente que fueron operadas. Una de ellas fue Dayana Mendoza, Miss Universo 2008 que dijo que se había “ayudado” del bisturí para ganar.

Actualmente, muchas versiones de expertos calculan que un 80% de las modelos que desfilan por la pasarela, pasaron antes por el quirófano para realizarse una cirugía plástica.

Otra acusación recurrente en Miss Universo es el racismo. En el año 2011 la ganadora fue la angoleña Leila Lopes.

Su triunfo provocó en redes sociales una campaña racista. La modelo respondió: “Los insultos, felizmente, no me afectan. Quienes deben buscar ayuda son ellos”.

Es pertinente sostener que la competencia es una confrontación de aspecto y no busca una interpretación profunda de la feminidad. Así que sin menoscabo de la finalidad superflua del evento, los organizadores deberían de estar al tanto de la evolución de los parámetros de la estética y no centrarse en discusiones estériles interminables.

Talachkova no mintió, no engañó a nadie. Nos parezca o no, para fines prácticos es una mujer y, desde su condición transgénero, tiene la libertad, acorde a la ley y al sentido humanitario, a buscar su felicidad, aun en encuentros restringidos. No hubo dolo, los organizadores lo sabían, así que a otra cosa mariposa. Finalmente, la belleza al igual que otras tantas apreciaciones humanas, siempre será subjetiva, más allá de cuestiones “naturales”. No frieguen.

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