jueves, 6 de octubre de 2011

DESDE EL PANTANO: UN LINCHAMIENTO REPRESENTATIVO

POR.- EL OGRO

Explíquese como se desee, el linchamiento ocurrido en días pasados en una población del Estado de México sólo es un botón de muestra del cansancio ciudadano ante la incompatibilidad de las autoridades para preservar el orden y la integridad de las personas. No se trató de un hecho aislado o una terrible anécdota de los usos y costumbres del “bronco pueblo”, sino de una reacción lógica violenta de una comunidad enfurecida por la constante agresión de una delincuencia que, pese a las denuncias, lejos de ser sometida, comete sus atropellos en plena luz del día sin que existe una fuerza pública de seguridad que lo impida, impulsando a la gente común a hacerse justicia con sus propias manos.

El 25 de septiembre de 2011, cientos de pobladores de Nexquipayac, comunidad del municipio de San Salvador Atenco, Estado de México, lincharon a un presunto delincuente que habría sido sorprendido junto con tres cómplices cuando asaltaban a transeúntes.

La policía municipal informó que a las 15:30 horas cuatro sujetos, entre ellos una mujer, fueron interceptados cuando viajaban en una camioneta de pasajeros que usaban para asaltar.

Ese grupo ya había asaltado a varios transeúntes y conductores de bicitaxis. Varios vecinos cerraron el paso a la combi de la línea Valle de México, número económico 115-C, en la cual se transportaban los presuntos delincuentes, a quienes capturaron a un costado de una cancha de futbol rápido en la avenida Los Gallos, principal acceso de Nexquipayac a la carretera Texcoco-Lechería.

La turba golpeó a los sujetos y los llevó a la explanada principal de la comunidad, donde se reunieron unas 700 personas.

El presunto asaltante linchado fue identificado como Víctor González, de 26 años de edad.

Cerca de 30 policías municipales y estatales se abrieron paso entre la multitud a empujones y golpes para rescatar a los otros tres implicados: Juan Ernesto Nava Pineda, de 36 años; Evelyn Nieto Esquivel, de 25, y Julio César “N”, de acuerdo con la Agencia de Seguridad Estatal.

Los dos primeros fueron trasladados a la agencia del Ministerio Público de Texcoco, y el tercero fue hospitalizado en la clínica Guadalupe Victoria en Texcoco.

En la explanada principal de Nexquipayac quedó el cadáver de Víctor González y casi dos horas después el Servicio Médico Forense lo retiró.

Algunos pobladores aseguraron que ya están cansados de los constantes asaltos tanto a bordo de unidades de pasajeros como en sus viviendas. Además, señalaron que en la zona operan varias bandas de delincuentes.

En el relato de los hechos se sostiene que aproximadamente a las 15:30 horas los cuatros delincuentes tenían amagados a pasajeros que viajaban en la camioneta Urvan número 115C de la Línea Valle de México.

Los asaltantes despojaban de sus pertenecías a los usuarios, cuando llegaron a la entrada del pueblo de Nexquipayac y al bajarse sobre la Avenida Gallos, unos bicitaxistas dieron la voz de alarma, de que en la camioneta de servicio colectivo se registraba un robo.

En ese momento, en la plaza había unas 50 personas que fueron contra la mujer y los tres hombres. Ellos intentaron correr y esconderse en alguna casa, pero fueron alcanzados.

Varios vecinos corrieron la voz de alarma y en breves momento se concentraron unas 500 personas que castigaron severamente a los delincuentes.

Los sujetos fueron golpeados con los puños y pies, jaloneados, arrastrados por las calles hasta la plaza principal de Nexquipayac.

A las 16:00 horas llegó el grupo antimotín de la ASE -unos 100 elementos- con sede en Texcoco y logró rescatar a otros tres sospechosos.

La mujer y el tercer sujeto corrieron con más suerte, ya que sus lesiones no eran de consideración y fueron llevados al Centro de Justicia de Texcoco, para protegerlos y presentarlos al agente del ministerio público.

De acuerdo a los pobladores de Nexquipayac ya se tenía conocimiento de que una banda de sujetos, entre ellos una mujer, se dedicaban a asaltar a camionetas de servicio colectivo sobre la carretera Texcoco-Lechería.

Por ello, los bicitaxistas al ver el asalto en la Urvan 115 C de la línea Valle de México, dieron la voz de alerta y rodearon a la banda para que no escapara.

Al lugar se presentaron policías ministeriales para llevarse en una camioneta forense al presunto delincuente muerto; los vecinos se mantuvieron en alertas y lanzando cohetes para convocar a más pobladores, debido a que no querían que la policía se llevaran a algunos de los habitantes que participaron en la agresión.

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