Aceptando una petición inusual de Dodos dolidos decidí despedir 2008 como se merece: olvidando rencores y alentando esperanzas. Para olvidar rencores le mando unos saludos especiales y musicales a todos aquellos y aquellas especímenes que disfrazándose de Dodos se aprovecharon de nuestros nobles corazones y, aunque por naturaleza los Dodos no guardamos rencor, esas entidades estuvieron a punto de cambiar nuestra beatitud. Esto no quiere decir que nos hallamos negado al amor, sino sólo a dárselo a quien no se lo merece.
El Dodo de guardia (que hace lo que quiere porque no hay nadie que se lo impida). Y aunque el Dodo de Humor Negro lo ha venido a visitar, no hace nada para evitarlo, antes bien lo alienta mientras grita Let's do the Dodo.
1 comentario:
El amor es eterno....hasta que se acaba. Ya no quiero ser publicista. ¿Se gana bien siendo Dodo?
Héctor Márquez
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