lunes, 8 de marzo de 2010

EDITORIAL: ¿FELICITACIONES A LAS MUJERES?; ¡ACCIONES, SEÑORES, ACCIONES!

POR.- RAÚL GÓMEZ MIGUEL

¿Qué podemos celebrar en el Día Internacional de la Mujer cuando la realidad de esta es un infierno en diferentes puntos de la tierra?

¿Cómo podemos los mexicanos unirnos a una fiesta de este tipo al aceptar que, salvo el Distrito Federal, en el país, las mujeres están incapacitadas por la ley a hacer valer su derecho a decidir sobre su cuerpo?

¿Cuánto cinismo se necesita para que las autoridades alaben el papel femenino en nuestra historia y aun sigan libres los depredadores feminicidas?

¿Dónde está la democracia, la igualdad, la justicia y el respeto?

Y fuera de nuestras fronteras, las cosas para las féminas no son alentadoras.
Navi Pillay, titular de la Oficina del Alta Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH), sostiene en un informe especializado que cinco mil mujeres mueren cada año víctimas de 'crímenes de honor' cometidos por sus propios familiares, sin mencionar países.

'La gran mayoría de estos crímenes no son noticia ni tampoco la miríada de delitos perpetrados contra niñas y mujeres por sus esposos, padres, hermanos, tíos u otros familiares e incluso a veces por otras mujeres de la familia'.

La ACNUDH estima que una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sido golpeada, abusada o violada en el curso de su vida, siendo los casos más extremos los llamados 'crímenes de honor'.

'En nombre del honor de la familia, mujeres y niñas mueren fusiladas, lapidadas, quemadas, estranguladas, enterradas vivas, asfixiadas o apuñaladas a un ritmo espantoso', apunta el texto.

Los “crímenes de honor” son asesinatos justificados por los derechos de la familia y las obligaciones de sus mujeres a acatar códigos implícitos por el vínculo sanguíneo o legal, so pena de perder la vida, como pretender escoger un marido, pedir un divorcio, reclamar alguna herencia o dar motivos para que una falta pública de respeto.

En el caso de la violación, resalta el reporte, 'lo más perverso es que las mujeres que han sido violadas son consideradas una deshonra para la familia, que a su vez las ejecuta para borrar ese estigma, mientras que el hombre que las ha violado se escapa fácilmente'.

'Los crímenes de honor no son algo que se puede borrar y dejar a un lado como una atrocidad retrógrada que pasa en otra parte'.

La discriminación y la violencia doméstica es 'una plaga que afecta a todos los países'. La vida familiar implica violencia sexual, física, emocional o económica a manos de su pareja u otros parientes, quienes arropados por los “usos y costumbres” se vuelven propietarios de las mujeres a su alcance, que se someten o mueren.

La violencia doméstica incluye formas e instrumentos que generan dolor, heridas y degradación psicológica. Sin contar el hostigamiento y el abuso sexual por familiares directos.

La Alta Comisionada de la ONU, Navi Pillay, destacó el creciente debate sobre la independencia económica y la obtención de poder de la mujer como medidas para combatir la violencia doméstica.

Sin embargo, en la práctica se ha podido comprobar que la violencia contra las mujeres aumenta en naciones donde han conseguido cierto grado de independencia económica, perjudicando la hegemonía sexual de los hombres.

La doble moral mundial facilita la apertura productiva a las mujeres y el maltrato íntimo al retornar a sus hogares, para recordarles la vigencia del estado de cosas sexista.

A pesar de instrumentar normas jurídicas, la sociedad se las ha ingeniado para que los responsables de estos cobardes agravios alcancen una impunidad por el argumento devastador de haber obrado por “honor”.

Con este pensamiento, el Día Internacional de la Mujer es farsa demagógica que le debe a la mitad de la humanidad una reivindicación completa, y no gotitas de benevolencia socarrona y buena voluntad libidinosa.

Luchemos por que en algún futuro, TODAS LAS MUJERES se realicen plenamente como seres humanos sin la preocupación que su sexo sea el peor de los estigmas.

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