miércoles, 7 de octubre de 2009

MALA LECHE: NO JALEN QUE DESCOBIJAN

Nomás nos vamos un rato a recorrer la hermosa aldea del Distrito Federal y regresamos con una lista de nuevas, dignas de figurar en la enciclopedia de la imbecilidad humana o, por lo menos, de un manual para hacerse tonto uno solo.

En un impactante descubrimiento, los ¿estudiosos? de estos menesteres afirman la superioridad académica de las escuelas privadas del país sobre el botín político de los establecimientos públicos, donde la niñez mexicana jodida simplemente va a recibir la promesa de algún día ingresar a la lista de desempleados permanentes, no por falta de ganas sino por la escasez de conocimientos, debida a la conciencia contestaria de profesores leales al sindicato o a los capos oficiales en turno, y no a la formación de cuadros productivos eficaces. Lo curioso del caso es que esto ha sido la realidad nacional por más de cuarenta años y hasta ahorita se percatan los especialistas del turbio asunto. Eso es visión a futuro, no tarugadas.

Por supuesto a la maestra Elba estos datos le hacen lo que el viento a Juárez, a ella ninguna investigación la tumba de la silla. La educación es para el que la trabaja, no para el que da resultados. Faltaba más, ella desviviéndose en la grilla y todavía le demandan las cuentas de la virgen. Así no se puede. O camina o masca chicle.

El titular de la Secretaría de Educación Pública tampoco ve mermada la autoestima por que él va de paso, como todo buen burócrata resiste los trancazos y espera una indicación del preciso para acercarse a la esquina y pedir relevo. El pueblo está para ser explotado no para alcanzar la libertad del conocimiento. Si no se ha hecho nada en casi medio siglo, no va a empezar con malos ejemplos. El siguiente que se friegue.

Pero los preparativos para conmemorar el centenario y el bicentenario de la Independencia y la Revolución, respectivamente, van viento en popa, despachándose con la cuchara grande el dinero de los ciudadanos. Vale madres la satisfacción plena de las exigencias históricas de estos movimientos (como la Educación), el punto es saber en cuál fila formarse para recibir la bondad de la Patria.

Como era obvio, los Partidos Políticos ya comenzaron a jalar la cobija y prestos se lanzan a la contienda por los huesos, pisoteando aun dizque la esencia ideológica del origen. Obreros y Patrones, perdón, perredistas y panistas se alían por la gobernatura de Oaxaca, y ya andan midiendo si la hermandad de clases se extiende a Veracruz y Puebla; todo con tal de fregar al PRI y al desmadroso de Andrés Manuel, quienes se programan para cortarles las alas a estos angelitos del integrismo práctico y no acaben emborrachando a los grillos con sus mezclas de novena a ritmo de la Internacional.

Dado que el gobierno federal carece de la capacidad para proponer un plan “B” en materia hacendaría, el Partido Revolucionario Institucional anunció una contra propuesta a la obsesión de Calderón y Carstens, acabando por lapidar la rigidez del calderonismo en un terreno vital para la generación de votos. Conociendo las maniobras trinqueteras priístas es posible una fusión medio exótica de propuestas, pero el dejarse sentir como quien reparte el queso en el Congreso, eso no tiene precio.

El embrollo montado por Calderón y compañía para darle unos palazos al gobierno del Distrito Federal en cuestión de la calidad del agua que suministra a las delegaciones de Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, se ve fortalecido por el desabasto permanente de Iztapalapa, espacios habitados por el grueso de familias populares, clientela natural del PRD en las urnas y serios obstáculos en la ofensiva a recuperar la capital para la oposición. Así que no se crean la preocupación real de Los Pinos por la salud de los compatriotas, sino observen la maniobra como un anticipo de los tres años adversos a fin que los electores chilangos eclipsemos el sol azteca y regresemos al redil de los retardatarios.

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