jueves, 20 de mayo de 2010

MARASSA: PONGAMOS QUE HABLO DE MI CIUDAD

PARÁFRASIS DE RAÚL GÓMEZ MIGUEL SOBRE LETRAS DE JOAQUÍN SABINA Y GUADALUPE TRIGO

Allá donde se estampan los caminos,
donde el mar se puede pervertir,
donde regresa siempre el asesino,
pongamos que hablo de mi ciudad.

Donde el deseo viaja en escalones,
un agujero no queda para mí,
qué me dejo la vida en sus rincones,
pongamos que hablo de mi ciudad.

Las niñas ya no quieren ser humanas,
y a los niños les da por convertir,
el mal dentro de un vaso de refino,
pongamos que hablo de mi ciudad.

Los pájaros visitan al geriatra,
las estrellas se olvidan de incumbir,
la muerte viaja en camionetas oscuras,
pongamos que hablo de mi ciudad.

El sol es una estufa de tres ladrillos,
la vida un metrobús a punto de partir,
hay papelinas en el lavabo,
pongamos que hablo de mi ciudad.

Cuando la muerte venga a secuestrarme,
que me lleven al sur donde nací,
aquí no queda sitio para nadie,
pongamos que hablo de mi ciudad.

(Cuando la muerte venga a detenerme,
no me despiertes, déjame dormir,
aquí he vivido, aquí quiero quedarme
pongamos que hablo de mi ciudad.)

Se hundió la chinampa y el lago escondido,
el cenzontle cayó por buscar nido,
el rehilete está harto de girar,
pongamos que hablo de mi ciudad.

Valiente tequila sin jinetes ni riesgo,
cunas de niños podridos,
bosque y castillos pendejos,
pongamos que hablo de mi ciudad.

Monumentos quebrados,
al son de penachos y sarapes veteados,
cantado al desamor,
pongamos que hablo de mi ciudad.

En la lluvia ácida, la piel morena,
desata grietas purulentas,
y sus ojos tristes cierra,
pongamos que hablo de mi ciudad,
de mi ciudad, nuestra ciudad.

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