viernes, 10 de julio de 2009

A TÍTULO PERSONAL: LOS DESIGNIOS DE DIOS

POR: ANA LAURA DOMÍNGUEZ


O los caprichos del mismo o aquellas situaciones que los seres humanos y aún los Dodos, no podemos comprender. ¿Por qué tienen que irse los buenos y quedarse lo malos? ¿Por qué Dios, haciendo su santa voluntad, decide terminar con la vida de un chavo que lo tenía todo: juventud y salud y que además, era un buen ser humano? son preguntas que nos hacemos casi siempre cuando alguien cercano muere y que, por lo regular, no tienen respuesta y solamente nos dejan un muy amargo sabor de boca.

La noche de ayer 9 de julio de 2009, alrededor de las 10:00 de la noche, el Dodo Subversivo se quedó mudo y con las alas caídas al recibir la noticia de la muerte de uno de sus grandes amigos. Arturo Arias perdió la vida en un accidente automovilístico en la carretera de Puebla, en las inmediaciones de San Martín Texmelucan, en un viaje de trabajo. Hasta donde se sabe, una camioneta impactó por detrás el vehículo donde viajaban él y dos personas más. Desgraciadamente, mi amigo, Satanick, iba en el asiento trasero.

Nuevamente viene a mi mente la misma maldita pregunta: ¿por qué él, por qué mi amigo?... obviamente no encuentro respuesta y simplemente puedo sentir un vacío enorme, una gran rabia y un terrible desconcierto emocional.

Un hombre a toda ley; un gran profesional en su área; un amigo incomparable; un ser humano excepcional… una buena y excelente persona en resumidas cuentas.

No hay palabras atinadas para consolar a los deudos y para consolarnos a nosotros mismos, sus amigos, quienes estamos seriamente abrumados por tan terrible pérdida.

Los viajes por carretera siempre serán un riesgo. Es traicionera, engañosa y cobarde. En alta o en baja velocidad, no importa, se está expuesto a un accidente y no es solamente la responsabilidad del que va conduciendo, también están implicados los otros vehículos. Mi padre me decía cuando comencé a manejar: no me preocupa cómo manejas tú, sino como manejan los demás… y es cierto. Algunas veces, por más precaución que se tenga, podemos encontrarnos en el camino con un conductor, que no tenga las debidas precauciones y que sea él quien ocasione el accidente, como en este caso.

“…Hágase Señor tu voluntad, así en la tierra, como en el cielo…” y como siempre, se hizo, aunque insisto: todavía no entiendo por qué.

Descansa en paz mi queridísimo amigo Arturo Arias, Satanick. Te recordaremos por siempre como el gran ser humano que eras y el amigo entrañable que siempre estuvo con nosotros en las buenas, en las malas y en las más o menos. Me encantaba verte llegar a la oficina un poco tarde, pero eso sí, sonriente, feliz y con tu café… era mejor eso que llegar temprano, triste y sin café.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me quitaste las palabras para describir a mi tambien amigo Arturito, mi compañero de la universidad, al que solo veia una o dos veces al año, pero era como si nunca nos dejaramos de ver, te vamos a extrañar mucho, siempre con tu buen humor, tus bromas y tu gran sonrisa.
Siempre te recordaremos

Veronica Cortes