lunes, 29 de diciembre de 2008

MARASSA: Aguas con los créditos del INFONAVIT

Hablando de santos inocentes y credibilidad institucional
AGUAS CON LOS CRÉDITOS DEL INFONAVIT
Por: Ana Laura Domínguez


Casa, comida y sustento reza el dicho populachero que nos tiene a todos con “la tranquilidad” en la boca. Mientras tenga todo eso y salud, lo demás viene por añadidura. Pero ante todo, la vivienda. ¿Quién no quiere tener una casa propia? Puedo plantearlo como pregunta y también como afirmación. ¡Todos! Todos queremos tener un lugar propio para poder llegar a descansar, para poder hacer lo que nos plazca, para sentirnos dueños y señores de un pedazo de tierra y un trozo de concreto armado.

Para eso existen los créditos. De eso vivimos la mayoría de las personas. ¡Embárquese ahora… y pague durante toda una eternidad! si es que puede. Disfrute de su casa hoy y páguela durante 30 años… pero hasta con lágrimas de sangre.

En el año 2003, una persona muy allegada a este Dodo, sacó un crédito con el INFONAVIT (Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores), creyendo en las promesas publicitarias y políticas pertinentes. Nunca imaginó que lo fueran a desplumar a tal grado.

Pero, estoy adelantando la historia, resulta que el INFONAVIT, por medio de un tabulador, calcula los “puntos” que tienes acumulados de acuerdo a tus aportaciones voluntarias y las aportaciones que hace tu patrón (claro, si tienes trabajo y, por lo tanto, eres un afortunado asalariado y la empresa no es lavandería del narcotráfico) y con base en ello, dictaminan cuanto dinero te pueden “prestar”.

Resulta ser que te prestan “X “cantidad de dinero según tus famosos puntos pero también, según el salario mínimo vigente en el año en el que solicitas el crédito. Bien. Maravilloso, esperemos que el salario sea alto, para que me den mucho dinero y pueda comprarme una buena casa. Cualquiera pensaría eso. Pero no, no es lo maravilloso que el INFONAVIT plantea y vende. A esta persona le prestaron la fabulosa cantidad de $238,756.22 gracias a las cotizaciones que tenía por años trabajados y por el salario mínimo vigente en el 2003.

La casa estaba puesta en el lugar elegido, con las características que quería y en el estado de la República Mexicana donde deseaba vivir. El sueño estaba cumplido finalmente. ¡Claro! apenas comenzaba la deuda y estaban conciente de que tenía que empezar a pagar durante los pactados 30 años siguientes. Pero, ¿quién no ha escuchado la famosa frase de: no leyó las letras chiquitas?
El préstamo, reitero, fue por la cantidad de $238,756.22 pesos. Esta persona lleva pagando hasta el día de hoy $150,000 pesos aproximadamente. El 70% de esta cantidad se va a intereses y el 30% a capital (es decir al monto total que prestó el INFONAVIT). Es sabido que las cosas que se compran a crédito salen más caras, pero la mayoría de las veces, no hay otra forma de adquirirlas. En fin, que la fregadera no termina ahí. No, viene lo peor y lo que nadie entiende y, por lo tanto, lo que todos estamos tratando de deducir o, por lo menos, estamos intentando que “alguien responsable” nos lo explique.

Cada año, el primero de enero, el salario mínimo sube. Para todos los trabajadores es una miseria y una grosería el dichoso aumento, porque se trata de unos cuantos pesos nada más, pero las personas que tienen un crédito con el INFONAVIT, el aumento resulta desastroso.

El préstamo que esta institución hace, es en VMS (veces el salario mínimo vigente), es decir, no prestan un monto fijo, prestan tantas veces el salario mínimo, como puntos tiene cotizados el trabajador, por lo tanto, cada vez que aumenta el salario mínimo, aumenta el capital que le prestaron al trabajador. ¿Confuso?

Como la mayor parte de las mensualidades se va al pago de intereses, es muy difícil bajar el capital total, por lo tanto, cada vez que hay aumento en el salario mínimo, el capital total, el préstamo total pues, aumenta.

Vamos nuevamente con las cifras: cantidad inicial del préstamo en el 2003: $238,756.22 pesos; se ha pagado durante 5 años la cantidad de $150,000 pesos, “aprox”, y al día de hoy la deuda total (la cantidad que resulta de las x veces el salario mínimo que prestaron) es de $246,444.89 Haciendo cuentas, esta deuda no se termina de pagar ni en los 30 años contratados, ya que la cantidad total siempre va a ir en aumento. Se necesitaría realizar pagos fuertes, por lo menos cada seis meses, para amortizar dicho capital y no solamente intereses. Pero se supone que sacas un crédito, porque no tienes dinero para comprar las cosas, porque cuentas con un ingreso mínimo para abonar mensualidades, entonces, ¿Cómo liquidar un crédito así?, ¿qué beneficio real está brindando el INFONAVIT a los trabajadores?, ¿quién o quiénes se hinchan los bolsillos de dinero con estos aumentos irrisorios?

Uno de los grandes lemas de la institución es: no tire su dinero pagando una renta, hágase de su propia casa. Lo cierto es que uno paga una renta eterna, de una casa supuestamente propia, con los intereses más altos, beneficiando al especulador y no al trabajador que de buena fe cree en la palabra de la institución.

No creo que esta persona sea la única que se encuentran en esta situación, debe de haber miles de casos similares, el problema es que nadie se queja, nadie reclama y sobre todo, nadie lee las “letras chiquitas” del contrato al momento de solicitar el crédito, o si lo hace, se embarca en una viaje que no lo sacará de realidad.

Nuestras instituciones siempre piensan en el interés de la sociedad, de los que menos tienen, por supuesto. Y aquí les dejo una probadita de cómo el INFONAVIT logra convencer a las personas de que es una institución que beneficia a los trabajadores y que obra con transparencia y sobre todo, justicia, tomado tal cual del devocionario, digo, de los estatutos operativos vigentes:

Visión
  • Sobre el cimiento del tripartismo y la autonomía, contribuiremos al progreso de México siendo…
    …la institución que materializa el esfuerzo de los trabajadores por incrementar su patrimonio y bienestar, al financiar sus requerimientos de vivienda en un entorno sostenible, propicio para desarrollar su potencial individual y en comunidad, mejorando así su calidad de vida.

Misión

  • Contribuir al bienestar de nuestros trabajadores y sus familias, al cumplir con la responsabilidad social que nos ha sido encomendada:
    Poniendo a su alcance productos de crédito e información que les permitan tomar la mejor decisión para satisfacer sus necesidades de vivienda y constituir un patrimonio familiar de acuerdo a sus intereses.
    Impulsando la creación de espacios habitacionales sustentables y competitivos que generen bienestar social, propicios para el desarrollo de comunidades más humanas y armónicas.
    Enriqueciendo el conocimiento de los trabajadores y sus familias en cuanto a: ahorro, crédito, patrimonio y retiro, y promoviendo una cultura sobre la importancia de vivir en comunidades que generen bienestar social y plusvalía.
    Otorgando rendimientos a su ahorro para mejorar su capacidad de compra o pensión.

Objetivos institucionales:

  • Ser generadores de bienestar social, en comunidades competitivas y armónicas.
    Proveer financiamiento para satisfacer las necesidades de vivienda de los trabajadores derechohabientes y acreditados.
  • Mejorar la calidad de vida de nuestros derechohabientes en un entorno sustentable en el que puedan desarrollar su potencial como individuos y ciudadanos.
  • Beneficiar a los derechohabientes con rendimientos competitivos a sus ahorros.
  • Asegurar viabilidad financiera a largo plazo.
  • Incrementar recursos disponibles para la atención a los trabajadores.

Como una simple recomendación, puedo decirles dos cosas: si sacan un crédito, háganlo a los 15 años de edad, para que tengan el tiempo suficiente de trabajar durísimo y regalarle su lana a las dependencias como el INFONAVIT; o mejor, comiencen a ahorrar desde los 15 años de edad, para ver si a los 35 ó 40, tienen el dinero suficiente para comprar una casa de contado y no depender de un crédito que a la larga, resulta en un gran desfalco. ¡Felices Fiestas¡

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